El Liceo no ha tenido opciones frente al dominador total de este deporte en España. Ha perdido los tres partidos de la final de la OK Liga frente al Barça que en ningún momento se vio superado por el rival. En Riazor, con el apoyo del público, la última derrota por 4 goles de diferencia ha dolido más por ser en casa y no haber podido forzar un cuarto.
Siempre se repite la misma historia
Como en aquel bolero ochentero que entonaba Camilo Sesto —o Nathy Peluso, para los menos vintage—, “siempre se repite la misma historia”. Tercer partido, tercera derrota, tercera copa para el Barça. El Liceo volvió a plantarse con fe, garra y orgullo en su Palacio de los Deportes, pero se encontró con una versión imperial de los culés, con Alabart encendido y una maquinaria ofensiva que no perdona.
Los verdiblancos arrancaron con el corazón por delante. Gol de Ferruccio en la segunda bola que tocó. La grada encendida. El Palau ya era cosa del pasado… pero solo por un momento. Barroso se encargó de devolvernos a la realidad: empate, y luego otro. Y luego otro más. A Serra se le colaban goles como lágrimas. Y cuando el Liceo trataba de levantar cabeza, el Barça se la volvía a hundir.
Una final con más drama que esperanza
La cosa venía caliente desde antes de empezar. Pelea en el calentamiento, ambiente a rebosar, bandas sonoras cruzadas: Marcha Imperial para el Barça, y “Come On” para el Liceo. Pero ni John Williams ni los Chemical Brothers pudieron cambiar el destino. El guión era de terror: cada ataque liceísta respondido con un gol en contra. Cada brizna de esperanza, apagada en segundos.
Con Alabart desatado, Marc Grau afinado, y un Barça que apretaba como si no hubiese mañana, el Liceo se fue al descanso con seis goles encajados. Sí, otra vez. Y aún quedaba la segunda parte.
Ni la épica, ni el Palacio, ni las meigas
En la reanudación hubo conato de reacción. Xaus recortó. El “¡Sí se puede!” volvió a sonar. Pero el Barça apagó cualquier conato de épica con una frialdad insultante. Alabart seguía a lo suyo, aunque Serra logró pararle un tiro directo. Dava Torres maquilló el marcador con un buen tanto a pase de Nil Cervera. Pero ni eso. El Barça no dejó ni las migajas: dos goles más de Sergi Aragonés pusieron el punto final al partido, a la final y a la temporada.
¿Y ahora qué?
El Liceo cayó con la cabeza alta. Lo intentó, luchó, se revolvió. Pero no fue suficiente. Porque cuando el rival parece sacado del lado oscuro de la galaxia, poco puede hacerse. Al Barça hay que pedirle revancha, claro. Pero también hay que pedirle a la historia que nos dé, algún año, un guión diferente. Aunque sea por variar.
El Palacio despidió a los suyos entre aplausos. Toca levantarse, aunque una vez más, nos hayan dejado sin final feliz.
Liceo 5 -Barcelona 9
Liceo: Martí Serra, César Carballeira, Fabrizio Ciocale, David Torres y Tato Ferruccio -cinco inicial-. Bruno Saavedra, Nil Cervera, Arnau Xaus y Jacobo Copa.
Barça: Sergi Fernández, Xavi Barroso, Ignacio Alabart, Sergi Llorca y Pablo Álvarez -cinco inicial-. Sergi Aragonés, Marc Grau, Ferrán Font, Eloi Cervera y Carles Grau.
Goles: 1-0, m.3: Tato Ferruccio. 1-1, m.6: Xavi Barroso. 1-2, m.10: Xavi Barroso. 1-3, m.16: Sergi Aragonés. 2-3, m.17: Arnau Xaus. 2-4, m.17: Ignacio Alabart. 2-5, m.18: Marc Grau. 3-5, m.21: Bruno Saavedra. 3-6, m.23: Ignacio Alabart. 4-6, m.30: Arnau Xaus. 4-7, m.33: Ignacio Alabart. 5-7, m.38: Dava Torres. 5-8,m .44: Sergi Aragonés. 5-9, m..49: Sergi Aragonés, de falta directa.
Árbitros: Miguel Díaz y Jonathan Sánchez. Mostraron azul a Eloi Cervera, Nil Cervera y Tato Ferruccio.
Incidencias: Tercer paritdo de la final del playoff de la OK Liga disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante 3.500 espectadores.
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