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lunes, 23 de junio de 2025

Guerra, engaños, parcelas y brasas: la batalla de la sardina en las pescaderías y de las parcelas en las playas

 Cuando las primeras luces del viernes 20 de junio asomaron sobre la dársena de Linares Rivas, 38 barcos ya habían descargado 137 toneladas de sardina, de buen tamaño y sabor “espectacular”, según las placeras de San Agustín. A 7 euros en la lonja y a 9 en los puestos. Parecía que todo iba bien. Pero en realidad, el pescado ya venía con espinas políticas.

Todo comenzó con una amenaza: “no habrá más sardina fresca hasta después del San Xoán”. Eso dijeron. Lo juraron en voz baja en los pasillos de la lonja, lo confirmaron en los puestos, lo susurraron los intermediarios: este año tocaba apretarse el cinturón. El viernes 20 de junio, justo al filo del mediodía, los barcos del cerco quedaron oficialmente amarrados por orden de la Consellería do Mar. Las plazas de abastos lo dieron por hecho. Las sardinas, como las buenas historias, parecían acabarse demasiado pronto.


Las sardinas volaron en las lonjas y mercados el viernes. 

Los minoristas, temiendo el desabastecimiento en plena fiebre de San Juan, entraron en pánico estratégico: compraron, congelaron, acapararon. Y, claro, subieron precios. En la lonja el kilo llegó a los 7 euros, en los mercados subió hasta 9 y en algunos puestos se pagaron 12 euros por ejemplares grandes y brillantes. Los clientes, resignados o previsores, compraron en masa. “Vendí 42 kilos en un solo día”, contaba extenuado Víctor, de la plaza de Lugo. “Había muchísimo ambiente, la gente venía a por sardina, jurelo, de todo…”.

Pero lo que nadie sabía era que el guion cambiaría a mitad del tercer acto.

Una autorización fantasma

Mientras la ciudad se preparaba para la gran noche, en los despachos de la Xunta se cocinaba en silencio un giro inesperado. A las 11:00 del mismo viernes 20, apenas unas horas después de haber cerrado la lonja, la Consellería do Mar autorizó, en secreto y por la puerta de atrás, una marea excepcional de sardina entre el domingo y el lunes. Pero esa información no llegó a los minoristas hasta el sábado a las cuatro de la tarde. Demasiado tarde. Ya habían comprado, vendido, congelado… y, sobre todo, ya habían advertido a sus clientes que no habría más sardina fresca para el 23.

Nos han dejado vendidos y con la cara roja”, denunciaron desde la Asociación de Minoristas del Puerto de A Coruña. “No mentimos: fuimos engañados. Nos suministraron información falsa y contradictoria durante toda la semana. El sábado a las 6:30 aún nos aseguraban que no habría captura, y a las 16:00 ya había barcos listos para faenar. Nos han hecho parecer mentirosos ante nuestros propios clientes”.

El daño estaba hecho. Y lo peor: la sardina estaba entrando de nuevo al puerto. El domingo, a primera hora, llegaron 137 toneladas a Linares Rivas. Un total de 38 barcos se habían lanzado al mar durante la noche, sin apenas anunciarse, como si fuesen parte de una operación encubierta.

Últimas descargas de sardinas el domingo 22 de junio. La Voz de Galicia. 

Mentiras, brasas y fuegos cruzados

¿A quién favoreció esta maniobra? ¿Fue simplemente desorganización o un plan premeditado para beneficiar a otros actores del mercado? Nadie lo aclara. Lo cierto es que el viernes se inflaron precios artificialmente, bajo la creencia generalizada de que no habría más género. Muchos placeros pagaron caro por un producto que, horas después, volvía a subastarse en abundancia. Los clientes, por su parte, desembolsaron más dinero sin saber que la sardina del lunes estaría incluso más sabrosa.

“De sabor está espectacular”, decían los vendedores este domingo, como intentando lavar la conciencia con un piropo al pescado.

Y entre tanto, la sardina volvía a flotar en hielo y bandejas, como si no hubiera pasado nada. Pero en los pasillos de los mercados, en las cocinas de los barrios y en las reuniones de pescadores, ya se habla de esta fecha como la noche de los cuchillos largos de la sardina. Porque no hay nada más koruñés que el San Xoán, y no hay nada más sagrado que su sardina... salvo cuando alguien mete la mano en el fuego ajeno.


Mientras tanto, la ciudad arde

Y mientras en las lonjas se libraba una guerra de precios y secretos, la ciudad entera se prepara para la noche mágica con un calendario tan apretado como una empanada de raxo. En la plaza José Sellier, los bares La Buserana, Martirio, La Urbana y Redrum organizan una verbena musical para bailar a partir de las 18:00 sin aglomeraciones, pero con espíritu de barrio. Prometen un San Juan urbano, seguro e inclusivo, con especial atención al colectivo LGTBIQ+ y a las mujeres. “Queremos que cualquiera pueda venir a celebrar sin miedo, como en casa”, dice la organización.

En la calle Torreiro, DJ’s y ritmos electrónicos calientan motores mientras los vecinos preparan su propio San Xoán con toldos, sillas plegables y brasas de confianza. En Os Mallos, hay promesas de churrasco, empanada, queimada… y hasta un conxuro improvisado para espantar no solo a las meigas, sino también a los especuladores del pescado.

Las playas ya se perfilan con las primeras maderas, los supermercados viven su apocalipsis logístico y los vendedores de hielo se preparan para el día grande. La ciudad se pone su mejor cara de fuego y sal, mientras cientos de sardinas –las caras, las baratas, las que vinieron tarde y las que congelaron a tiempo– esperan en neveras, parrillas y fiambreras su hora gloriosa.

La hoguera más grande de la ciudad cambia de sitio: fuego nuevo en Penamoa, pero la tradición sigue intacta

Había una vez un grupo de colegas del Ventorrillo que, sin más intención que pasarlo bien y seguir con lo de siempre, acabaron montando la hoguera más alta de toda Koruña el San Juan pasado. Este año, por culpa de unas obras en su lugar habitual, han tenido que moverse: del descampado del Ágora se van a Penamoa. Pero tranquilos, que “la esencia se mantiene”.

La ciudad entera anda ya con el runrún de la noche del 23, esa en la que el fuego espanta lo malo y junta a los de siempre: familias, vecinos, cuadrillas y algún que otro espontáneo que aparece con sardinas y se queda hasta el alba. Porque aquí en Koruña las cosas se hacen a la antigua, en la calle y con cariño.

Un San Juan a mano, con leña, música y churrasco

Gabri, vecino del Ventorrillo y parte del alma de esta historia, cuenta que llevan más de 15 años con la misma película: montar su hoguera con los amigos del barrio. Empezaron con 13 o 14 años y ahora, con 32, siguen como si nada. “Este año vamos un poco tarde porque ya sabes… creces, curras, tienes menos tiempo…”, nos dice. Pero aun así ya están dándole: ayer empezaron a acumular leña en el nuevo terreno, en la parte alta de Penamoa.


Ya no tiran de contenedores de basura como cuando eran chavales —“la policía siempre nos decía que los devolviéramos”—, ahora usan remolques, coches, piden palés por ahí, alguno tiene conocidos que trabajan en obras… Y así, poco a poco, reúnen lo que necesitan para que el fuego suba y la noche no se apague.

Cada año juntan a unas 30 o 40 personas, aunque en algún San Juan llegaron a ser 70 u 80. Montan carpa, luces, música, sardinas, churrasco… Vamos, que lo que montan no es solo una hoguera, es una verbena autogestionada con mucho corazón.

El clásico pique entre barrios

El año pasado su hoguera fue la más alta de Koruña, pero como dice Gabri, “los del Barrio de las Flores casi nos pillan al final. Era más ancha, no más alta, pero andábamos ahí al pique”, cuenta entre risas.

Porque si hay algo bonito en el San Juan koruñés es ese pique sano entre barrios. Que si la de Monte Alto, que si la de la Sagrada, que si en Os Castros hay churrasco del bueno… Cada quien defiende la suya, y todas tienen algo especial.

Este año aún no saben hasta qué altura llegarán, pero Gabri calcula que andará “entre seis y ocho metros”. Eso sí, lo tienen claro: “lo importante no es la altura, es juntarse, reírse, hacer lo de siempre con los de siempre. Y eso no hay fogata en el mundo que lo supere”.

Adelantados a San Juan

Aunque la noite meiga aún no ha llegado, en Koruña ya se huele a sardina, churrasco y leña seca. Este sábado los barrios se adelantaron al San Xoán con fiestas vecinales que sacaron a la gente a la calle, entre luces, música y juegos.

Saridañada en el barrio Zoca-Mariñeiro. Foto de Opinion Coruña

Una de las protagonistas del fin de semana fue la nueva asociación de vecinos Barrio da Zoca-Mariñeiros, que se estrenó con una sardiñada en toda regla. En la plaza del barrio montaron una tarde de sábado con todo: música, juegos para peques y mayores, luces y buen rollo. «Es la primera vez que lo hacemos y tenemos mucha ilusión», decía su presidenta, Victoria Souto, con una sonrisa que se notaba hasta con el humo de las sardinas.

También los más pequeños tuvieron su propio plan gracias a la Ruada das Xoubas, organizada por el Concello. El sábado pasó por Os Mariñeiros y Vioño, con funciones teatrales a cargo de Artestudio Teatro y Pedras de Cartón. El domingo siguió la fiesta en la Plaza de Pablo Iglesias, con las compañías Danthea Teatro y Os Contos de Pablísimo metiendo cuentos, risas y magia en la previa del San Xoán.

Xuxán, Martinete y medio Koruña se apuntan al fuego

Otro barrio que se lanza por primera vez a celebrar el San Xoán es Xuxán, con su asociación vecinal recién estrenada. Su presidenta, María Sierra, lo cuenta como quien habla de una verbena soñada: «Un vecino nos ofreció arena para poner en el suelo, cogeremos unas maderas y haremos una hoguera para los niños». Y ahí estará el barrio, compartiendo la noche como se hacía antes: con lo que hay, con lo que se puede, pero con toda la ilusión.

En O Martinete, el bar A Cruzeña tiene ya previsto montar parrillada y hoguera este lunes para sus clientes. Porque aquí los bares de siempre son también corazón de barrio, y cuando llega San Xoán, se nota.

Otras celebraciones por barrios a tenrr en cuenta: 

San Juan y San José: barra libre (literal) de buen rollo

Las calles San Juan y San José se cerrarán al tráfico y abrirán el corazón. Los hosteleros sacarán las barras, mesas y sillas, convirtiendo la calle en una verbena improvisada. Ideal para saltar la hoguera y caer de lleno en una caña fresquita.


🐟 As Atochas: sardinas, churrasco y precios que dan risa

Aquí el fuego sabe a gloria. En la zona de As Atochas, los bares se apuntan a la tradición con sardinas y churrasco a precios populares. No hace falta romper la hucha para comer bien. Solo ven con hambre y muchas ganas de fiesta.


🎧 Pinchada en José Selier: música, fuego y rock&roll

La Plaza de José Selier se convertirá en escenario improvisado con la ayuda de los locales La Urbana, A Buserana, Bodega Martirio y Redrum.
Prometen horas de música, pinchadas con 4 DJ, fuego, comida y buen ambiente. Si hay una noche para bailar hasta que las zapatillas pidan la baja, es esta.


🎶 Emilia Pardo Bazán: versión, sibaritismo y parrilla

Desde las 19:00, Versionettes y The Sibaritas pondrán ritmo a la Calle Emilia Pardo Bazán, gracias a la movida de los bares de la zona. La música terminará con una sesión de DJ, y las brasas estarán encendidas para churrasco y sardinas. Plan completo sin moverse de Cuatro Caminos.


🌆 Os Rosales: la plaza Elíptica que se vuelve redonda de alegría

En Os Rosales, la cacharela se prende en la Plaza Elíptica. No faltará la música en directo para acompañar el crepitar de la leña y el olor a sardina. Barrio a tope.


🧭 Xuxán y Novo Mesoiro: el fuego también es del extrarradio

En Xuxán se estrenan este año como organizadores, y en Novo Mesoiro la cita es en el parque de la Tirolina. Hoguera y celebración pensadas para que nadie tenga que salir del barrio para disfrutar. Lo mejor de quedarse cerca.


🌺 Barrio das Flores: fuego, flores y conciertos

En el Barrio das Flores, no se andan con rodeos:

  • A las 20:30, La Terminal arranca motores,

  • A las 22:00, Los Alcántara toman el relevo,

  • Y luego... ¡DJ hasta que el cuerpo aguante!
    Todo acompañado de cacharela, claro.

Medio millar de hogueras... y mil personas vigilando

Por si fuera poco, el Concello ya ha recibido más de 500 solicitudes para hacer parrilladas y fuegos por toda la ciudad la noche del 23. Eso sí, con normas claras: nada de hogueras cerca de contenedores ni coches, y prohibidísimo usar líquidos inflamables o acelerantes. Sentidiño, que el fuego es para celebrar, no para lamentar.

El dispositivo de seguridad no se queda corto: casi mil personas estarán pendientes esa noche. Policía Local, Nacional (con 115 agentes extra), Bomberos, Protección Civil, socorristas, Guardia Civil por mar… Vamos, que habrá más vigilancia que en la final de la Champions.

Pero que nadie se asuste: todo este despliegue es para que la noche más mágica de Koruña siga siendo eso mismo: mágica, segura, y sobre todo nuestra.

Parcelas, cintas y cepillos de dientes: así arranca la Noite Meiga en las playas

A falta de hogueras, buenas son cintas. A pesar de los intentos de la alcaldesa Ines Rey de acabar con la toma de las playas por la ciudadanía, esta ha hecho caso omiso a las acampadas y delimitaciones sin permiso de los arenales. Algunos hasta se han llevado prestadas las sillas de los restaurantes y bares de los alrededores. 

La lucha parcelaria por los arenales. La Opinión Coruña

Este lunes, las playas urbanas de Orzán, Riazor y Matadero amanecieron tomadas y cuadriculadas, como si San Xoán hubiera empezado ya. Y en cierto modo, sí lo ha hecho: cientos de jóvenes pasaron la noche entre sacos de dormir, mantas, bocadillos y hasta antifaces, no para celebrar, sino para garantizarse una parcela de arena frente al mar. Como quien se asegura palco en el teatro, pero con salitre y legañas.

Algunos plantaron bandera desde la madrugada del sábado al domingo. Otros llegaron el domingo por la mañana y decidieron quedarse en bloque, sin turnos, hasta el anochecer del lunes. El resultado: una auténtica topografía de parcelas delimitadas con cinta adhesiva, de unos veinte metros de lado, listas para acoger las hogueras, las risas y el inevitable chorizo criollo de la noche.

Ránking oficial de las playas: Orzán 211 - Riazor 189 - Matadero 9

Según el Concello, se han contabilizado 409 parcelas oficiales:

  • En el Orzán, el más demandado, 211 cuadrículas de juventud y previsión.

  • En Riazor, algo menos pero aún con músculo: 189.

  • Y en Matadero, joya pequeña pero digna, 9 valientes espacios que parecen más trincheras que zonas de ocio.

A medida que avance la tarde, las líneas divisorias perderán sentido: cuando se reparta la madera y prendan las primeras llamas, la fiesta se volverá más líquida, más libre. Pero durante estas horas de espera, las cintas son ley, y quien no madrugó, no tiene hueco ni para clavar un palillo.

Dormir poco, reír mucho y aguantar hasta que arda la noche

Los testimonios de estos jóvenes pioneros no tienen desperdicio. Hugo, portavoz de un grupo de Escolapios, resume el espíritu: «Dormimos poco, usamos las toallas de manta y había mucho ruido... pero aquí seguimos». El grupo de Sofía, Lola, Claudia, Silvana, Abraham y compañía no se dejó nada en casa: pijamas de franela, sacos, mantas, almohadas, cepillos de dientes y colonia. Lo único que echaron en falta: tapones para los oídos. Lo que no faltó fue ambiente. A las 6 de la mañana, uno jugaba a gritos con un balón. A las 6:30, empezó la descarga de madera.

Sofía, Lola, Claudia, Silvana, Abraham, Chas, Victoria y Arantxa
pasaron la noche en el Orzán. Foto de La Voz de Galicia.

Porque en Koruña, el San Xoán no se improvisa, se planifica, se marca con cinta, se custodia por turnos y, sobre todo, se vive con intensidad desde dos días antes.

Y mientras tanto... la ciudad se prepara para los 150.000

Con una previsión de 150.000 personas en las playas esta noche, el Centro de Mando Móvil se activó a las 5:30 del lunes. Cerca de mil efectivos entre policía, bomberos, protección civil y socorristas velarán para que la noche mágica no se tuerza.

A las 22:00 se prohíben los baños y los materiales no aptos para las hogueras. Y el día, según MeteoGalicia, traerá calorcito (hasta 27 grados) y mareas bien repartidas.

Pero hoy, lo que realmente importa es que tu cinta esté bien pegada, tu nevera portátil esté llena, y tu espíritu esté listo para la noche más luminosa del año.

Porque en esta cidade nosa, si hay que dormir sobre la arena para vivir San Xoán, se duerme.
Y si hay que parcelar la playa como si fuera un Monopoly, se parcela.
Lo que no se hace... es quedarse en casa.

Este año San Xoán no es solo una fiesta. Es una batalla épica entre la tradición, el mercado y las brasas. Un thriller de puerto, una comedia de mar y una tragedia de lonja que, al final, se resolverá entre risas, música, fuego y una buena tajada de sardina sobre pan de brona.

Feliz San Xoán, Koruña. Que ardan las meigas… y que no se queme la sardina.🔥🔥🔥🔥

Para más información: 

San Xoán en Koruña y alrededores

Programa de San Xóan 2025

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