Leiva arrasa en Koruña: entradas agotadas, garganta tocada y corazón gigante

 El fin de semana intenso en Koruña siguió con el concierto de Leiva el sábado en el puerto, uno de los más esperados como así lo demostró el llenazo y la entrega del público coreando y bailando la música. 

Ni la infección pudo con el vendaval Leiva

Con el cartel de "entradas agotadas" colgado desde días antes y el muelle de Batería hasta los topes, Leiva volvió a Koruña y lo hizo con todo: con retraso, sí, pero también con alma, con banda fiel y con una entrega que dejó al público en pie y con la piel de gallina. Aunque arrastraba una infección de garganta —que él mismo confesó—, eso no fue excusa: el madrileño tiró de oficio y corazón durante casi dos horas de concierto dentro del Coruña Sounds, organizado por Bring the Noise, y enmarcado en su Tour Gigante 2025.

De los nuevos temazos a los himnos de toda la vida

Empezó con fuerza con Bajo presión y fue enlazando canciones de su último disco, Gigante, con clásicos que marcaron una época: Ángulo muerto, Gigante, Caída libre, El polvo de los días raros... La gente se sabía las letras como si las llevase años escuchando, y no desde abril, cuando se estrenó el álbum.

12 mil fans de Leiva llenaron el muelle. La Voz de Galicia. 

Pero también hubo sitio para el Leiva de siempre, el que no necesita presentación: Terriblemente cruel, La lluvia en los zapatos, Sincericidio, Lobos o Estrella polar hicieron vibrar al público, que coreaba como si tuviera Superpoderes, como decía la letra de una de sus canciones.

De Pereza a Lady Madrid: los fuegos artificiales emocionales

La traca final llegó con los himnos de su etapa con Pereza: Como lo tienes tú, Princesas, Estrella Polar y una Lady Madrid que, en su versión más koruñesa, volvió a sonar con ese ya mítico "de Málaga a La Coruña", con toda la grada rendida.

Leiva en acción. La Voz de Galicia. 

Un silencio que dijo más que mil palabras

Uno de los momentos más intensos de la noche vino cuando Leiva pidió al público apagar los móviles. Lo que siguió fue un silencio tan inusual como emocionante, que solo rompió Vis a vis. En ese instante, el muelle no era un recinto, era un templo.

Guitarras, sombrero y humildad: Leiva, en su salsa

No habló mucho, pero tampoco hizo falta: cada canción era un discurso. Vestido con su look habitual y su inseparable sombrero, Leiva estuvo más cómodo que nunca sobre las tablas, incluso por encima de esos "focos deslumbrantes" de los que habla en Leivinha. Pero si algo quedó claro es que, para el público koruñés, Leiva no solo estuvo a la altura: la superó.

Algunos críticas de los asistentes señalaron que la calidad del sonido que no fue la mejor, otros que no fueron se quejan desde La Voz de Galicia de la gran cantdad de madrileños que han llegado a la ciudad por este espectácuo musical. 

Esta noche el finde de espectáculos musicales continúa con la actuación de Marc Anthony en el mismo escenario que Leiva, en el puerto. 

Fotos de La Opinión Coruña.