30 años de la muerte de Pucho Boedo

El 26 de enero de 1986 moría en Koruña a los 58 años de edad Pucho Boedo, el mito, junto al grupo Los Tamara,  de la música gallega, la voz de la banda sonora de los emigrantes que durante la segunda mitad del siglo XX partieron de Galicia y que con nostalgia volvían a su tierra escuchando la poesía de Pondal, Curros Enríquez o Rosalía de Castro. Xurxo Souto le dedica hoy un hermoso artículo en "La Opinión" como antesala del homenaje que se le está dedicando en el preciso momento de escribir este post entre  el CGAI, ( rúa Durán Loriga 10) donde se proyecta el documental biográfico "Un Crooner na fin do mundo" y el Bar Buserana, al lado de la Plaza de Sellier. 

 

La Estatua de Pucho Boedo en O Ventorrillo

En su última actuación, un Pucho cansado de la larga enfermedad que venía arrastrando desde hacia años, canta la que dicen que fue su canción preferida, con la letra de Curros Enríquez, "O vello y O sapo", cargada de la misma amargura de la tragedia que marcó su vida, la pérdida de su padre y hermano por los abusos de los ganadores de la Guerra Civil. Quién les escribe, guarda en el recuerdo la primera y última imagen de aquel hombre... quizás unos años antes de su muerte... en las Fiestas de Cambre... sentado sobre el escenario y agotando sus escasas fuerzas vitales rememorando con su voz, que mantenía con la misma energía, los grandes tiempos de su carrera ya en declive y muy cercana al ocaso.