Este martes, marineros y paseantes protagonizaron una escena surrealista: miles de medusas pequeñas —rosadas y moradas— tapizaban el agua del dique de abrigo de la ciudad, creando una alfombra gelatinosa que dejaba sin un centímetro libre, según contaron los pescadores. “No es que haya muchas, es que está todo lleno”, decía uno, y un marinero aseguraba: “Lo nunca visto”