Este martes 15 de julio, muchos koruñeses y visitantes empezaban la jornada entre nieblas matinales suaves, como las que a veces se cuelan por la ventana sin hacer ruido. Sin embargo, al avanzar la mañana, el cielo se fue abriendo y el sol se coló por encima de los tejados, animando a cientos de personas a acercarse a los arenales de Riazor, Orzán y Matadero. Toallas, sombrillas, olor a crema solar, gente bañándose, niños corriendo... lo que viene siendo un mediodía de verano normal en Koruña.