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domingo, 2 de noviembre de 2025

“El Dépor se desfigura y el Zaragoza se desangra: dos viejos gigantes mirando al suelo

 Hay semanas en las que el fútbol español parece un espejo roto del pasado. Dos clubes históricos, de escudo pesado y aficiones fieles —Deportivo de Koruña y Real Zaragoza—, sobreviven en una especie de limbo deportivo donde la memoria pesa más que la realidad.

El Dépor, que una vez rozó la gloria europea, y el Zaragoza, que levantó una Recopa cuando muchos de sus jugadores actuales aún no habían nacido, atraviesan un presente en el que las promesas se diluyen al primer error en la salida de balón.

El Dépor: un espejo empañado

Hace una semana, el Deportivo se presentó en Valladolid como quien va a una fiesta sin ganas, sin brillo y con el traje arrugado. No fue solo que encajase, fue que pareció no reconocerse. Errático, lento y sin alma, se vio desfigurado.

El equipo de Hidalgo, construido para tocar, para dominar, para imponer su pie en el campo rival, acabó encerrado, aturdido, incapaz de hilvanar tres pases seguidos con sentido. Y lo peor no fue el resultado, sino la sensación de extrañeza, como si aquel no fuera el Dépor sino un doble mal interpretado.

El técnico intentó guardar sus conclusiones, pero se le escapó una idea que resume su dilema: quiere “estar más en campo contrario”. Dicho de otro modo: el Deportivo necesita alejarse de su propia portería, empujar el juego hacia adelante y recuperar ese axioma que siempre lo hizo reconocible: cuando el Dépor aprieta arriba, respira; cuando se encierra, se asfixia.

El problema es que en el fútbol no se trata solo de querer, sino de poder. Y el Dépor, hoy, parece corto de gasolina, disperso en lo mental y sin un patrón claro que lo haga sentirse poderoso. Si no reacciona pronto, corre el riesgo de que la temporada se le vuelva un túnel largo, de esos donde la luz tarda en aparecer.

El Zaragoza: una herida abierta en el tiempo

En otro punto del mapa, a orillas del Ebro, el Real Zaragoza vive su propio calvario. Lo suyo no es una caída repentina, sino una herida que lleva años supurando.

Arrastra varias temporadas en Segunda, con plantillas que se renuevan sin rumbo, entrenadores que entran y salen como sombras, y una directiva que parece más preocupada por contener incendios que por construir algo duradero.

El reciente despido de Gabi Fernández fue la confirmación de lo que ya era evidente: no hay proyecto, no hay identidad y, sobre todo, no hay resultados.

Con apenas seis puntos en el arranque liguero, el equipo aragonés se asoma al abismo en la última posición de la liga. Sus carencias defensivas son estructurales, su ataque carece de mordida y su juego, por momentos, se disuelve en una niebla táctica de la que cuesta salir.

Y sin embargo, sigue habiendo un rescoldo de esperanza: la afición. Esa hinchada que, como la del Dépor, sigue llenando las gradas, sigue creyendo —por pura fe— que algún día volverán a ser lo que fueron.

La llegada de jóvenes como Yussif Saidu, fichado hasta 2030, indica que alguien en los despachos aún piensa a largo plazo. Pero el tiempo se agota. La Segunda no perdona, y los años de transición pueden convertirse en décadas de resignación si no se actúa con valentía.

Dos clubes, un mismo fantasma

Lo que une hoy a Dépor y Zaragoza no es la gloria, sino la melancolía. Dos gigantes dormidos que se miran al espejo y apenas se reconocen.

Ambos necesitan reencontrarse con su esencia: el Dépor, con el juego alegre, incisivo y dominador; el Zaragoza, con la garra, la casta y el orgullo de su escudo.
No se trata solo de fútbol, sino de identidad. De recordar quiénes fueron para saber hacia dónde ir.

Y, sin embargo, hay algo poético en su caída: ver a dos equipos que marcaron generaciones de aficionados resistir en los márgenes del fútbol moderno, donde el dinero y la prisa lo devoran todo.

Quizás, al final, esa terquedad de seguir soñando sea su mayor triunfo.
Porque mientras sigan sonando los cánticos en Riazor y en La Romareda, por muy oscuro que esté el presente, el fútbol seguirá teniendo alma.

Más que un partido, una urgencia de identidad para el Deportivo

El Dépor llega a la cita contra el Zaragoza con la mirada puesta en corregir los errores que lo desdibujaron hace una semana. En aquella ocasión, quedó claro que el equipo no está cómodo lejos del tercio ofensivo; cuando ha de salir desde su propia área, los automatismos fallan, la tranquilidad se evapora y el partido se convierte en una travesía incómoda. Contra el Zaragoza, equipo históricamente inestable pero peligroso en sus días débiles, el conjunto koruñés tiene que sacar lo que le queda de convicción y recuperar su versión dominante.

Qué debe corregir el Dépor para imponerse

  1. Salida de balón y control del medio
    En el partido anterior, el Dépor mostró fragilidad cuando se vio obligado a construir desde atrás. Los centrales tuvieron que enfrentarse a presión alta y los pivotes no ofrecieron salidas limpias. Contra el Zaragoza, será clave que Barcia/Comas o quien ocupe el eje defensivo tenga líneas de pase claras, que los laterales  se ofrezcan y que el doble pivote libere al ataque con precisión.  Sin Escudero y Navarro, hay que encontrar soluciones en los carriles que permitan crecimiento ofensivo y solidez defensiva. Hidalgo lo advirtió: “queremos estar más en campo contrario”. En el úitimo partido el  Dépor no logró conectar entre defensa y medio de forma fluida. Los centrales y laterales sufrían ante la presión alta del Valladolid, que les robó protagonismo en la primera mitad.

  2. Presión ofensiva y dominio territorial
    Ya lo dijo el técnico y es el axioma del equipo: cuanto más lejos esté de su portería, mejor juega. Por ello, el Dépor debe asumir la iniciativa, subir líneas, incomodar al rival y no darle tiempo para asentarse. Si retrocede demasiado, se diluye. El Zaragoza concederá espacios si se encuentra bajo presión; aprovecharlos es fundamental. Sin embargo,  lo que vimos en el último partido fue que el Valladolid impuso ritmo, cierre y llegadas, obligando al Dépor a jugar más lejos de lo deseado, encerrado en su zona. En esas condiciones, los jugadores de creación perdieron espacios y tiempo.

  3. Mayor contundencia defensiva en momentos clave
    En el último partido, al Dépor le faltó contundencia en jugadas de estrategia, laterales perdidos y cambios de orientación que lo dejaron expuesto. Contra un rival que también tiene carencias en ataque, cada error se paga caro. Los jugadores defensivos deben mostrar actitud, concentración y apoyo mutuo.

  4. Aprovechar la verticalidad y el desequilibrio
    Frente al Valladolid, el Dépor jugó demasiado rígido, tardó en romper líneas y el ataque no ganó guerras individuales.  Incluso, cuando apareció superioridad numérica tras la expulsión rival, el Dépor no consiguió traducirlo en control real ni en goles. La iniciativa se dejó notar pero no se capitalizó.Ahora, debe buscar la fluidez, la ruptura y la sorpresa: combinaciones rápidas, desmarques entre líneas y remates. Si Mulattieri, Herrera, Zaka o los que tengan minutos consiguen entonarse, el Zaragoza lo pagará. 

¿Cómo se encuentra el Zaragoza?

Situación general

  • El club arrastra varias temporadas complicadas en la Segunda División, con una plantilla inestable, cambios de entrenador y falta de claridad deportiva.  Recientemente, el entrenador Gabi Fernández fue destituido por malos resultados tras un inicio todavía más débil de temporada: solo 6 puntos y puestos de descenso. En general se detectan síntomas de crisis: cambio de banquillo, continuidad de carencias defensivas y ofensivas, y necesidad de estructurar mejor la plantilla. 

Puntos fuertes

  • A pesar de todo, el club sigue contando con una base de apoyo y tradición, lo que le da una ventaja competitiva de tipo estructural frente a equipos de menor calibre. Tiene margen de mejora: cuando los resultados acompañan, se ve que puede competir; el reto es volver a estabilizarse. Hay movimientos interesantes desde la perspectiva deportiva: por ejemplo, la contratación del joven mediocentro Yussif Saidu hasta 2030, lo que indica que el club apuesta por futuro. 

Puntos débiles / retos inmediatos

  • Defensa y solidez: uno de los problemas más recurrentes ha sido conceder goles fáciles, fallos estructurales que permiten que rivales menos poderosos generen peligro. 

  • Producción ofensiva limitada: estadísticas muestran que Zaragoza tarda mucho en marcar o no lo hace con suficiente regularidad, lo que obliga a remontar o a sufrir más de la cuenta. 

  • Inestabilidad técnica: el constante cambio de entrenadores y falta de proyecto continuado afectan a la plantilla, al rendimiento y al ambiente. 

  • Presión por resultados inmediatos: el club ha pasado de aspirar al ascenso a tener que pelear por evitar verdaderos sustos, lo que cambia mentalmente la temporada. 

Perspectiva táctica y plantilla

  • En plantilla hay mezcla de jugadores experimentados y jóvenes promesas. Pero posiblemente la clave estará en cómo se combinen para obtener equilibrio entre juventud + energía y veteranía + fiabilidad.  Debe reforzarse el mediocentro posicional (para dar contención), la defensa central y quizá un “9” más resolutivo, según apuntan análisis recientes. 

  • Mentalmente es clave que el equipo vuelva a recuperar identidad: que sea reconocible, que compita como Zaragoza debe hacerlo, y que los jugadores sientan el escudo.

Que viene y qué esperar

  • En el arranque de temporada muestran señales preocupantes: comienzos flojos, pocos puntos, lo que hace que la recuperación sea más difícil.  A medio plazo, el reto es salvarse con cierta solvencia, y luego reconstruir para aspirar a algo más. 

  • La afición, la historia del club y la ciudad pedirán algo más que “no descender”. Pero posiblemente el camino sea más duro de lo que muchos quieren reconocer.

El Real Zaragoza está en un momento de transición clave: necesita estructura, convicción, y fichajes inteligentes. Si bien tiene los elementos para volver a ser competitivo, la ventana para equivocarse se va cerrando. Si no endereza rumbo pronto, el riesgo será que el club empiece a ver años más de lucha que de ilusión.

Pero también hay esperanza: con decisiones acertadas, puede aprovechar su tamaño, su base social y un escenario de baja exigencia (aquí y ahora) para reconstruirse.

En definitiva: no es el Zaragoza de los grandes años, pero tampoco debe resignarse a la mediocridad. Depende de cuánto quiera arriesgar y hasta dónde esté dispuesto a doblar el esfuerzo.

Uno por uno del rival: un Zaragoza entre promesas, nombres cansados y una identidad por inventar

El Real Zaragoza llega a Riazor (o a enfrentarse al Dépor) como un equipo que vive en la cuerda floja. No por falta de nombres, sino por exceso de dudas. Rubén Sellés dirige un grupo amplio, con cantera, veteranos venidos a menos y un puñado de futbolistas que aún no saben bien a qué juegan.
A continuación, el repaso uno por uno de los jugadores que componen este Zaragoza indefinido, un conjunto en el que el talento aparece a ráfagas, como una bombilla con mal contacto.

Porteros

Adrián Rodríguez (24 años)
El portero hispano-argentino es alto, tiene buena planta y más reflejos que seguridad. Llegó cedido del Alavés tras formarse en el Real Madrid, pero alterna luces y sombras. Capaz de una parada de escándalo y de un error inexplicable en la misma jugada. En el Zaragoza, la portería aún no tiene dueño.

Esteban Andrada (34 años)
El “nombre” del arco maño. Internacional argentino, ex de Monterrey y con experiencia mundialista. Llegó para poner orden, pero sus reflejos ya no son los de antaño. Ha perdido la titularidad y vive más del recuerdo que del presente. Si juega, el Dépor debería probarlo desde lejos: las manos pesan con los años.

Defensas

Juan Sebastián (23 años)
Lateral derecho de la casa. Mucho empuje, pero poca contención. En el Zaragoza gusta su actitud, aunque tiende a dejar espacios a la espalda. Volverá tras sanción y su regreso puede ser un arma de doble filo.

Martín Aguirregabiria (29 años)
Campeón de Europa sub-21, pero en caída libre desde entonces. Llegó sin pretemporada y aún parece desorientado. Buen toque, mal timing. Si el Dépor le aprieta la salida, puede sufrir.

Pablo Insua (32 años)
Viejo conocido del deportivismo. Central con oficio, buena salida y experiencia, pero falto de velocidad. En un Zaragoza inestable, su veteranía es una de las pocas certezas. El problema: ya no corrige como antes.

Aleksandar Radovanovic (31 años)
Baja por lesión, y casi es una buena noticia para Sellés: venía dejando dudas. Central corpulento pero torpe al giro. Sin él, el Zaragoza pierde centímetros, gana movilidad.

Sebastian Kosa (22 años)
Internacional sub-21 eslovaco, más promesa que realidad. No ha jugado en liga, solo en Copa. Buen físico, poca jerarquía.

Ale Gomes (17 años)
La joya. Juvenil de segundo año, debutante esta semana, con unas condiciones físicas excepcionales. La apuesta del futuro en un presente sin rumbo. Si juega, el Dépor debería ponerlo a prueba con veteranía e intensidad: todavía no conoce los trucos del oficio.

Tachi (28 años)
Versátil, pero lesionado. Su ausencia deja al Zaragoza sin un mediocentro destructor capaz de ayudar en la salida.

Carlos Pomares (32 años)
Lateral zurdo ofensivo, de esos que suben mucho y bajan cuando pueden. Tiene buen golpeo y colgará balones al área con frecuencia. En defensa, un flanco vulnerable.

Dani Tasende (25 años)
El koruñés no estará por lesión. Mala suerte para él: el Parrote le queda cerca, pero el tobillo no colabora.

 Centrocampistas

Francho Serrano (24 años)
El alma del equipo. Capitán, pulmón y ejemplo. Aporta llegada, trabajo y orden. Es el Villares maño, pero con más llegada y menos pausa. Si el Dépor no lo sujeta, el Zaragoza gana metros.

Francho Serrano la estrella del Zaragoza

Toni Moya (27 años)

Organizador fino, pero irregular. Cuando tiene espacio, distribuye bien. Si se le presiona, se diluye. Puede entrar si Sellés busca más posesión, aunque el Zaragoza suele perderse en ese plan.

Yussif Saidu (20 años)
Otro diamante en bruto. Físico poderoso, zancada larga y buen sentido táctico. Si llega al partido, será clave en la presión. Pero sufre al recibir de espaldas.

Paul Akoukou (27 años)
Sancionado por perder los nervios y golpear el monitor del VAR. Resume bien el momento del Zaragoza: frustración, impulsividad y poco control.

Raúl Guti (28 años)
Mediapunta con pasado en el Elche. Buen toque y llegada, pero irregular. A veces parece jugar su propio partido. Sellés le ha dado confianza, pero le falta constancia.

Extremos y mediapuntas

Marcos Cuenca (22 años)
Pura cantera, velocidad y verticalidad. Aporta chispa desde la banda, aunque a menudo elige mal en la última jugada.

Pau Sans (20 años)
Revulsivo joven, aún verde. Corre mucho, piensa poco, pero puede aprovechar despistes rivales en el tramo final.

Paulino de la Fuente (28 años)
Uno de los fichajes estrella, pero las lesiones lo tienen a medio gas. Cuando está bien, su zurda marca diferencias. Si juega, el Dépor tendrá que vigilar su golpeo desde media distancia.

Paulino de la Fuente

Sebas Moyano (28 años)
El ex del Lugo. Más encarador que efectivo, tiende a desaparecer cuando el equipo sufre. Alterna destellos con largas sombras.

Valery Fernández (25 años)
Dejó huella en Girona, pero en Zaragoza apenas se ha visto. Polivalente, con talento para el juego entre líneas, aunque falto de ritmo y confianza.

Delanteros

Samed Bazdar (21 años)
Bosnio de buen pie, menos goleador de lo que se espera. Más cómodo combinando que rematando. Ideal si el partido se abre; menos útil si hay que rematar un centro.

Mario Soberón (28 años)
Viejo verdugo del Dépor en su etapa en la SD Logroñés. Delantero de rachas, capaz de marcar tres en tres partidos y luego desaparecer un mes. Activo, con buen juego entre líneas.

Dani Gómez (27 años)
El máximo goleador del Zaragoza… con solo dos tantos. Buen desmarque y buena definición, pero sufre si no le llegan balones. Si el Dépor domina el medio, Dani se desactiva.

Kenan Kodro (32 años)
El ariete más clásico del plantel. Tanque, referencia, rematador. Ideal para el juego directo. Su gol en Copa le dio aire, pero sus movimientos son previsibles. Si le llegan centros, hay peligro; si no, se desconecta.

Posible once del Real Zaragoza

Sistema estimado: 4-2-3-1

  • Portero: Adrián Rodríguez

  • Defensas: Juan Sebastián (LD) – Pablo Insua (DC) – Martín Aguirregabiria (DC) – Carlos Pomares (LI)

  • Pivotes: Francho Serrano – Toni Moya

  • Tres cuartos: Valery Fernández (ED) – Raúl Guti (MCO) – Marcos Cuenca (EI)

  • Delantero centro: Dani Gómez

Suplentes clave a vigilar: Kenan Kodro, Mario Soberón, Yussif Saidu.

Posible once del Deportivo

Sistema estimado: 4-2-3-1

  • Portero: Germán Parreño

  • Defensas:    Dani Barcia (DC) – Loureiro (DC) – Lucas Noubi (LD) – Giacomo Quagliata (LI)

  • Pivotes: José Ángel Jurado – Diego Villares

  • Tres cuartos: Luismi Cruz (ED) – Mario Soriano (MCO) – Yeremay (EI)

  • Delantero centro: Samuele Mulattieri

Suplentes: Stoichkov, Gragera, Zaca, Arnaau Comas, Eric Puerto. 

Estadísticas y contexto para tener en cuenta

  • En los enfrentamientos directos entre ambos equipos, el Zaragoza ha ganado 7 de los últimos 15 partidos, el Dépor sólo 4 y hubo 4 empates. 

  • En sus últimas cinco salidas, el Dépor viene de ninguna victoria, con resultados de tres empates y dos derrotas. 

  • El Zaragoza, por su parte, atraviesa una crisis de resultados: muchas derrotas recientes y una diferencia de gol claramente negativa (-12 frente a +7 del Dépor). 

  • Las predicciones le dan al Dépor ligera ventaja sobre el Zaragoza de cara al partido. 

Pronósticos

Esta noche, bajo los focos del estadio de La Romareda, el Real Zaragoza y el Deportivo cruzan caminos en un partido que huele a incertidumbre. Los maños, hundidos en la tabla, buscan una reacción que no llega, y el Dépor, tras su desfigurado paso por Valladolid, necesita reencontrarse con su mejor versión: esa que vive en campo contrario, que presiona arriba y que no le teme a tener la pelota. Hidalgo lo sabe y lo dejó caer: “Cuanto más lejos estemos de nuestra portería, mejor”

Los pronósticos, al menos, sonríen ligeramente al conjunto koruñés. Las principales casas de apuestas dan una probabilidad cercana al 38 % de victoria para el Dépor, por un 24 % para el Zaragoza, y un 27 % al empate. No es una diferencia abismal, pero sí refleja las sensaciones: el Zaragoza anda perdido entre promesas de cantera, veteranos a medio gas y una defensa que hace aguas; el Dépor, pese a sus errores recientes, conserva un esqueleto sólido y más talento en los pies.

Los modelos de predicción apuntan también a un partido con goles: hay un 66 % de probabilidad de que ambos equipos marquen, y algo más del 50 % de que se vean más de 2,5 goles en total. Traducido al idioma del hincha, eso significa emociones, pero también sustos.

El Dépor llega con la necesidad de reivindicarse. Ante el Valladolid se vio un equipo irreconocible: inseguro atrás, torpe en la salida, con la brújula rota. Y sin embargo, este Dépor, cuando logra instalarse en campo rival y apretar arriba, se transforma. Deja de ser un grupo que sufre y pasa a ser uno que domina y disfruta goleando. El axioma es claro: cuanto más lejos esté del peligro, más se parece al equipo que quiere ser.

El Zaragoza, por su parte, es un espejo roto. Rubén Sellés tiene una plantilla larga, pero sin definir. Los porteros se alternan, los centrales se lesionan, y la línea ofensiva, con Dani Gómez, Soberón o Bazdar, todavía no encuentra una identidad. La esperanza maña se llama Francho Serrano, alma de un centro del campo que se sostiene casi por fe.

En las gradas de La Romareda se espera un ambiente de paciencia agotada, mientras el Dépor buscará un golpe de autoridad para volver a mirar hacia arriba. Si Hidalgo consigue que los suyos tomen el balón y marquen el ritmo, la victoria será suya. Pero si repite los errores de la semana pasada, el duelo puede volverse una pesadilla.

Por eso, si hay que mojarse,  el pronóstico es claro:
Doble oportunidad para el Dépor. victoria o empate,
Ambos equipos marcarán,
 Y si hay más de dos goles, que sean nuestros.

Dónde y cuándo ver el partido

El encuentro entre Real Zaragoza y Deportivo de La Coruña se disputará este domingo 2 de noviembre a las 21:00 horas (hora peninsular), correspondiente a la jornada 12 de LaLiga Hypermotion. El duelo podrá seguirse en directo a través de LaLiga TV Hypermotion, canal disponible en DAZN, Movistar+, Orange, Vodafone, Zeber, Telecable y Embou.

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