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jueves, 13 de noviembre de 2025

La alcaldesa se pierde en batallas de las que sale mal parada

 Inés Rey parece vivir en una campaña de boxeo permanente. No falta nunca un adversario: Abanca, la Xunta, AENA. una asociación cultural o el mismísimo asfalto de Los Cantones. En cada esquina, una pelea distinta; en cada golpe, una foto institucional.

Pero lo cierto es que las batallas se acumulan y las victorias escasean. Veamos una por una.

1. La batalla de Riazor y el Mundial 2030

La promesa era grande: convertir Riazor en sede mundialista, símbolo de modernidad y orgullo para Koruña.
Pero el proyecto patina entre retrasos, presupuestos sin aclarar y rifirrafes con el presidente de Abanca y el Deportivo. Lo que iba a ser una reforma “ejemplar” empieza a parecer un sudoku financiero sin solución.
Y mientras tanto, la FIFA avanza su calendario y Riazor sigue con el marcador en cero.

“No entiendo que alguien no quiera un estadio adaptado al futuro”, dijo la alcaldesa.
Pues eso, el futuro sigue esperando.

2. La guerra por la Facultad de Medicina

Aquí la pelea es contra Santiago, la Xunta y medio mapa universitario.
Inés Rey defiende que la Universidade da Koruña tenga su Facultad de Medicina: Koruña tiene hospital, tiene estudiantes y tiene alma social que demanda una nueva facultad. La alcaldesa ha acusado a la Xunta y a la USC de mantener una postura "acaparadora, egoísta y arcaica" al centralizar la docencia en Santiago.
Pero la Xunta insiste en que Medicina seguirá siendo compostelana, al menos por ahora. Su solución pasa por la descentralización del Grado de Medicina, lo que implica que los estudiantes seguirán matriculándose en Santiago, pero realizarán los cursos clínicos (4º, 5º y 6º) en los hospitales universitarios de Koruñs y Vigo, utilizando a sus profesionales como docentes. Sin embargo, el Ayuntamiento y la UDC no se fían de esta descentralización, ya que acusan a la Xunta de haber incumplido acuerdos anteriores de descentralización firmados en 2015, lo que paralizó la incorporación de profesores vinculados a la docencia en Koruña. 

Recientemente, la Xunta y las tres universidades han alcanzado un preacuerdo para avanzar en esta descentralización, lo que en principio supone que la UDC y Vigo paralizan temporalmente su idea de crear una facultad propia, aunque la alcaldesa koruñesa sigue manifestando su escepticismo y su deseo de no renunciar a ella.

Estudiantes de Medicina. Foto de La Voz de Galicia. 

Para más inri, Abanca podría mover ficha desde su universidad privada y quedarse con la jugada. Si eso ocurre, Koruña tendrá médicos… pero no precisamente públicos. 

El temor del Ayuntamiento koruñés es que la Xunta, al rechazar la creación de una Facultad de Medicina pública en la UDC, acabe dando luz verde a una Facultad de Medicina privada impulsada por la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE), la universidad privada de Abanca.

 Inés Rey advierte a la Xunta de que no debería autorizar ninguna universidad privada de Medicina mientras se niega a que las universidades públicas (Koruña y Vigo) desarrollen sus propios grados. Su postura es que, si hay demanda, debe ser atendida prioritariamente con universidades públicas.

La Xunta ya autorizó la creación de la UIE y sus primeros grados, lo que ha generado críticas por la posible duplicidad con la oferta pública y por el trato de favor a una entidad privada, especialmente en grados relacionados con Ciencias de la Salud.

La UIE, por su parte, ha descartado por el momento implantar el Grado de Medicina en sus planes de estudios, aunque sí tienen interés en otras carreras de Ciencias de la Salud como Enfermería, Fisioterapia o Biomedicina, lo que mantiene viva la sospecha del Ayuntamiento y las universidades públicas.

el Ayuntamiento pelea por una Medicina pública propia y teme que la Xunta, al bloquearla, esté abriendo la puerta a una Medicina privada.

3. El aeropuerto de Alvedro, vuelo con turbulencias

La alcaldesa reclama igualdad de trato para Alvedro, que pierde rutas y pasajeros mientras Lavacolla despega y Vigo mantiene el tipo.
Se pide coordinación, inversión y “visión metropolitana”, pero la realidad es que Koruña sigue viendo cómo las aerolíneas prefieren otros destinos.

La alcaldesa acusa a la Xunta de primar o favorecer al aeropuerto de Santiago de Compostela (Lavacolla) en detrimento de Alvedro, a pesar del "gran potencial" que, según ella, tiene la terminal koruñesa.

Alvedro ha experimentado meses de pérdida de pasajeros y ha visto cómo se eliminaban o reducían rutas importantes (como la conexión con Londres-Heathrow o la reducción de frecuencias con ciudades clave).

La alcaldesa, y el Ayuntamiento en general, insisten en que la falta de una apuesta clara de la Xunta contribuye al deterioro de la conectividad de Alvedro.  Recientemente, la alcaldesa ha visto en la decisión de Ryanair de cerrar su base en Santiago y eliminar vuelos en Vigo una "oportunidad" para que la Xunta "reoriente" su política y apueste por Alvedro para abrir nuevas rutas internacionales.

Por su parte, el grupo municipal del Partido Popular (PP), en la oposición en el Ayuntamiento, también ha criticado la gestión del aeropuerto, pero dirige sus quejas al Gobierno local de Inés Rey, Acusan a la alcaldesa de "silencio cómplice" y de falta de liderazgo ante decisiones del Gobierno central (PSOE), como los supuestos planes para el control remoto de los vuelos desde Vigo o la lentitud en la obtención de inversiones clave para la modernización de Alvedro (como el Plan Director o la mejora de infraestructuras como el ILS III).

La Xunta (PP) se defiende recordando que la competencia de los aeropuertos y la coordinación recae en el Estado y en AENA, y que es en el Comité de Coordinación Aeroportuaria (presidido por AENA) donde se deben abordar estas cuestiones, pidiendo al Ayuntamiento que presione al Gobierno central.

En resumen, la queja principal de la alcaldesa es la discriminación en las políticas autonómicas de la Xunta, que favorecerían a Santiago, mientras que la oposición (PP) y la Xunta le devuelven la crítica por no presionar lo suficiente al Gobierno central (de su mismo color político) para obtener inversiones y mejoras en la infraestructura.

La foto de Inés con los alcaldes del área metropolitana reunidos “por Alvedro”, fue más un gesto de resistencia que de esperanza.

Alvedro sigue abierto, pero las alas de Koruña pesan más de lo que vuelan.

4. Las obras interminables: Los Cantones, Alfonso Molina y el CHUAC

Aquí no hay enemigo único, sino un ejército de vallas, excavadoras y desvíos.
Las obras en Los Cantones se eternizan entre promesas de “reurbanización ejemplar” y calles que parecen un tablero de parchís. El paseo entre el Obelisco y la Marina ya no es paseo: es circuito de obstáculos.

El Ayuntamiento ha tenido que lidiar con dos tipos principales de problemas en la tramitación y ejecución del proyecto: desacuerdos con la Xunta sobre la tramitación y alegaciones de colectivos ciudadanos y sectoriales.

El principal conflicto con una administración externa se dio en el año 2021 y se centró en la tramitación de las autorizaciones, debido a que la zona de los Cantones está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte del Camino de Santiago.

 La Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia envió un requerimiento al Ayuntamiento solicitando la paralización de los trabajos iniciales. Patrimonio alegó que el Ayuntamiento no le había notificado ni remitido el proyecto de ejecución de las obras, a pesar de que la zona está protegida por el Plan Especial de la Ciudad Vieja y Pescadería (PEPRI) y requiere autorización de la Consellería de Cultura. El Ayuntamiento sostuvo que las actuaciones iniciales (como el levantamiento de parte de la mediana) eran de mantenimiento de la red viaria municipal y no requerían la autorización de la Consellería. El Ayuntamiento siguió adelante con los trabajos, mientras se subsanaba la tramitación con Patrimonio para obtener el visto bueno a los elementos singulares del proyecto (como la construcción de unas gradas). El problema finalmente se resolvió y las obras pudieron continuar con la aprobación de Patrimonio.

Una vez resuelto el problema de Patrimonio, el Ayuntamiento ha tenido que manejar la complejidad de la obra en una zona clave y atender las quejas de diversos colectivos:

La polémica Ubicación de Paradas de Autobús: La Asociación Galega de Profesionais da Xestión Cultural presentó alegaciones por el previsto cambio de ubicación de la parada de buses metropolitanos.

Los Cantones patas arriba con las obras que no han sido bien recibidas
por el mundo de la cultura. Foto de Cadena Ser.

El proyecto municipal trasladaba la parada al lateral del Teatro Colón, una zona que es vital para la carga, descarga y estacionamiento de vehículos técnicos y artísticos tanto del Colón como del Teatro Rosalía de Castro, lo que temen que cause caos, riesgo de accidentes e incomodidad para los usuarios.

Plano con las reformas. Foto de La Voz de Galicia

El proyecto tuvo que abordar problemas técnicos, como la integración de unas gradas previstas en el diseño justo encima de la salida del aparcamiento subterráneo. Este problema se resolvió ajustando la altura y obteniendo la aprobación de Patrimonio.

Afecciones al Tráfico y Servicios: La obra, que se ejecuta por fases y se espera que dure unos dos años, obliga a desplazar temporalmente paradas de bus, taxi y BiciCoruña, y a realizar cortes en accesos clave, generando inevitablemente molestias a los vecinos y usuarios del centro.

En resumen, el principal problema fue una disputa administrativa de tramitación con la Xunta por la falta de autorización patrimonial, y las quejas se centran ahora en las molestias generadas por la obra y el impacto en la logística cultural debido a la reubicación de la parada de buses.

En La Avenida Alfonso Molina, la entrada principal a la ciudad, la ampliación se convirtió en una novela por entregas. Anuncios, retrasos, nuevas fases y promesas de mejora… que nunca llegan. El resultado: un embudo diario de coches, paciencia y pitidos.

Foto oficial del comienzo de las obras de remodelación de Alfonso Molina. 

La alcaldesa suele defender la gestión del Gobierno central (de su mismo partido) por haber "desatascado" una obra prometida hace más de 20 años. Pide "comprensión y paciencia" a los ciudadanos ante los atascos, argumentando que la alternativa era no hacer nada. 

Por otro lado, a través del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento, se ejerce una fuerte presión sobre la alcaldesa para que, a su vez, presione al Gobierno central (del PSOE) por el "gran retraso" que acumula la obra. Critican la congestión del tráfico y exigen un calendario de finalización firme. En esencia, se trata de un cruce de acusaciones políticas sobre quién debe exigir más al Gobierno central por la tardanza y el caos circulatorio que generan los cortes. 

El conflicto actual es menos sobre quién paga la obra y más sobre la gestión de las molestias y la responsabilidad política por los plazos incumplidos de una obra largamente esperada y compleja.

Aunque las obras de ampliación y remodelación se adjudicaron con un plazo contractual de 24 meses (lo que situaría su finalización a principios de 2026 si hubieran comenzado en enero de 2024), se ha reconocido que no se cumplirá.

Y para rematar, la  ampliación y reforma del CHUAC (Complejo Hospitalario Universitario de Koruña), una obra faraónica que promete modernizar la sanidad koruñesa… algún día. Entre planos, licitaciones y polémicas por la ubicación y el coste, la sensación general es que el hospital del futuro no pasa de ser el proyecto del mañana. Aquí vuelve a enfrentarse contra la Xunta (responsable de la sanidad y la obra) .

El Nuevo Chuac. Un enorme mamotreto con vistas a la ría 

Aunque la Xunta y el Ayuntamiento alcanzaron un principio de acuerdo en 2020 para impulsar la obra, se han producido varios desencuentros al intentar formalizar el convenio. En 2023, la Xunta acusó al Ayuntamiento de haber modificado "sustancialmente" y "unilateralmente" el convenio, incluyendo en los compromisos municipales la titularidad dominical de los terrenos necesarios para el hospital, accesos y conexiones.

La Xunta consideró que esta modificación, que afectaba a la propiedad del suelo y, por extensión, a la titularidad final del propio hospital, contravenía lo acordado y amenazaba con un nuevo parón administrativo

 Ha habido fricciones sobre las parcelas destinadas al realojo de las viviendas afectadas por las expropiaciones, con acusaciones mutuas de falta de diálogo y de condicionar el futuro del proyecto. 

Inés ha criticado repetidamente que la Xunta tardó mucho en iniciar la ejecución de las obras, incluso después de haber conseguido los acuerdos iniciales de financiación y tramitación urbanística.La previsión inicial de la Xunta de tener la obra muy avanzada o incluso terminada en 2027 se ha pospuesto. Actualmente, los plazos de finalización de la ampliación principal se están barajando para 2031.

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