Lo avisaba MeteoGalicia, y esta vez no falló: la borrasca que entró el martes por la noche trajo un vendaval de los que hacen historia. Entre las doce y las cuatro de la madrugada, Koruña se convirtió en un concierto de chapas, silbidos de viento y algún que otro contenedor que decidió practicar surf urbano.
A las 00:40 h, la estación del dique de abrigo registró una racha de 96,2 km/h. Poco después, el viento siguió soplando con ganas, hasta que empezó a aflojar hacia las tres o cuatro de la mañana. No hubo heridos, pero sí desperfectos: las vallas de obra que protegen el metrosidero de los Cantones acabaron por los suelos, junto a algún cartel tambaleante y ramas donde no debían.
De la ventolera al diluvio
Cuando parecía que el temporal nos daba una tregua, a las 8:30 h llegó el segundo acto: la lluvia. En apenas diez minutos, la estación de MeteoGalicia en la Torre de Hércules recogió más de dos litros por metro cuadrado, dejando la ciudad en una semioscuridad digna de película apocalíptica.
| Riazor ruge en As Esclavas. Foto de A Coruña Xa. |
Las consecuencias no se hicieron esperar: inundaciones en el Paseo de Ronda y en el Paseo Marítimo, especialmente a la altura del edificio de Hacienda. El Puente de A Pasaxe volvió a convertirse en lago, y los bomberos tuvieron que intervenir limpiando registros atascados para que el agua encontrase su camino.
| Las fuertes lluvias anegaron tramos de calles como este del Paseo Marítimo |
El 112 Galicia contabilizó en pocas horas 29 incidencias solo en la provincia de Koruña, dentro de las más de 70 registradas en toda Galicia. En su mayoría, por árboles caídos (53 casos), cables sueltos y objetos desperdigados por las carreteras.
Galicia entera bajo aviso
La madrugada fue larga en toda la comunidad. En Vimianzo, la estación de A Gándara llegó a registrar rachas de 159 km/h. En Arteixo, el viento alcanzó los 130 km/h, y en Viveiro, 137 km/h. Una auténtica demostración de fuerza del Atlántico.
Aún así, hubo lugar para las paradojas: mientras el viento soplaba con furia, el aire cálido del sur hizo que en Ribadeo los termómetros llegasen a 25 grados, como si Galicia estuviera de vacaciones en Canarias.
La ciudad se recupera
A primera hora de la mañana, la alerta amarilla por viento se desactivó en Koruña, aunque la de lluvia siguió activa hasta el mediodía, con previsión de acumular hasta 40 l/m² en doce horas.
El mar, sin embargo, no se calma tan fácil: esta noche volverá la alerta naranja por fuerte oleaje, con olas de hasta cinco metros. El Puerto de Koruña ya ha anunciado que estudiará nuevas zonas inundables para prevenir problemas futuros con la subida del nivel del mar.
Epílogo rabuñero
Koruña amaneció despeinada, empapada y con los pies mojados, pero fiel a su estilo: sin perder la sonrisa ni el sarcasmo.
El mar nos recuerda cada cierto tiempo quién manda, el viento nos pone a prueba, y la lluvia… bueno, la lluvia aquí ya tiene carné de vecina.
Que sirva de aviso: en esta ciudad se vive mirando al cielo, pero siempre con el paraguas a mano.
Y si ves volar una valla, una rama o una sombrilla en dirección al Orzán… probablemente sea solo otro día normal en Koruña.
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