Koruña suma otra derrota estratégica en una lista que empieza a ser demasiado larga incluso para una ciudad acostumbrada a remar contra viento, marea y temporal. La decisión de que la futura Facultad de Medicina no se ubique en la Universidade da Koruña no es un hecho aislado: es el síntoma más visible de un deterioro silencioso pero persistente en la capacidad de la ciudad para defender sus proyectos clave.
La frustrada llegada de la Facultad de Medicina a la UDC —aplazada formalmente hasta 2027 en aras de un "consenso autonómico"— se ha convertido en la metáfora perfecta del estado de la ciudad. No fue una negativa directa, sino una cesión estratégica, que simboliza la incapacidad local para imponer su ambición. Pero este revés educativo no es un caso aislado; es la punta del iceberg de un problema de gestión que afecta a todos los frentes: desde la sanidad hasta la innovación tecnológica.
Una ciudad que mira cómo los trenes pasan de largo
Koruña se queda sin Facultad de Medicina. Un revés académico, económico y simbólico.
Una oportunidad más que se marcha a otra parte mientras aquí seguimos debatiendo lo obvio: si una ciudad que presume de capitalidad atlántika debe tener peso real… o resignarse a sobrevivir de agravios.
La historia de este conflicto viene de lejos, esta es su cronología:
En 2015, la Xunta de Galicia junto a las universidades públicas acordaron mantener una única facultad de Medicina — en la Universidade de Santiago de Compostela (USC) — y descentralizar la docencia clínica: los hospitales en Vigo, Koruña u otras provincias atenderían prácticas, pero no se abriría una nueva facultad.
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En mayo de 2025, la UDC anunció que iniciaría los trámites para ofrecer Medicina en 2027/28, argumentando que fue ella — no otra universidad — la primera en ratificar el acuerdo de descentralización. El rector de la UDC, Ricardo Cao, defendió que su propuesta no buscaba “echar un pulso” sino “aportar al sistema” ante la sobrecarga de demanda.
Sin embargo, en la primera mitad de diciembre de 2025, la facultad de Medicina de la USC y su gobierno interno rechazaron la descentralización: en una votación sobre el acuerdo, 100 votos en contra y solo 3 a favor.
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La negativa de la USC paraliza el acuerdo de descentralización. La UDC da por roto el pacto y anuncia que seguirá adelante con su propia facultad de medicina, aunque con el rechazo explícito de la Xunta y de la universidad compostelana, por lo tanto sin la aprobación del gobierno autonómico, por mucho que lo desee el rector, no será posible una escisión en Galicia de facultades de medcina.
El apoyo institucional de Koruña
La alcaldesa de Koruña, Inés Rey, ha repetido en varias ocasiones que “no hay ningún motivo objetivo” para que la UDC no pueda tener Medicina, especialmente teniendo un hospital de referencia como el CHUAC.
Rey califica de “centralismo arcaico y egoísta” la negativa de la USC a compartir la titulación, que deja a miles de estudiantes gallegos sin opción real de acceder a Medicina en su propia comunidad.
El rector de la UDC también ha dicho que considera realistas facultades más pequeñas (con menos alumnado) y que existen modelos similares en otras partes que funcionan con éxito.
Las objeciones — y el bloque central —
El rector de la USC, Antonio López, sostiene que “no procede” implantar Medicina en Koruña, y que la solución sigue siendo una sola facultad potente en Galicia, con docencia clínica descentralizada, no crear nuevas facultades.
Desde la Xunta, el presidente Alfonso Rueda reiteró este lunes su respaldo a la idea de una sola facultad en Galicia, considerando que tres pequeñas no sustituyen a una potente.
El bloqueo en Santiago saldó la votación con una derrota aplastante a la descentralización: 100 votos en contra. Eso ha dejado la cauce institucional cerrado — al menos por ahora — aunque la UDC insiste en sus planes.
Por qué este golpe duele — y lo que está en juego es una demanda real elevada: según la alcaldesa, unos 8.000 estudiantes gallegos aspiran cada año a acceder a Medicina.
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Capacidad existente: el CHUAC reúne las condiciones de hospital docente de referencia que muchas ciudades desearían para una facultad.
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Descongestión del sistema: Galicia sufre de saturación universitaria, largas listas de espera, notas de corte altas. Otra facultad permitiría descentralizar — no solo geográficamente — la presión sobre la única en Santiago.
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Oportunidad de desarrollo local: una facultad de Medicina no solo implica clases — también investigación, servicios, hospitalidad, empleo, asentamiento de estudiantes y profesorado, dinamismo económico. Su pérdida supone dejar escapar un motor de crecimiento real para Koruña.
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Confianza institucional rota: tras años de promesas, negociaciones y supuestos consensos en el sistema universitario gallego, el rechazo abrupto daña la credibilidad de la gobernanza regional.
La retirada del proyecto de descentralización, al menos por ahora, supone una dura derrota para Koruña: una ciudad con hospital universitario, con demanda, con recursos, con historia. Pero también significa que la UDC y el Ayuntamiento no se rinden, este en otra batalla quijotesca liderada por Rey.
El pulso sigue vivo, aunque con terreno cuesta arriba. Que no haya facultad — aún — no significa que no puedan lograrla. Pero, como ya ocurre con muchas otras promesas (infraestructuras, trasvases, proyectos urbanísticos), hace falta voluntad, unidad y presión real.
Porque si la ciudad sigue dejando pasar trenes… puede quedarse sin vías. Y en Galicia hay ya demasiadas localidades que saben lo que es ver pasar las oportunidades sin bajarse del andén.
¿Qué ocurre con la Avenida de Alfonso Molina?
Las obras de ampliación/ remodelación de Alfonso Molina arrancaron oficialmente a principios de 2024, con un plazo estimado de 24 meses. Sin embargo, a finales de noviembre de 2025 ya se admite que ese plazo no se va a cumplir. La actuación principal — la creación de nuevos carriles en el tronco principal y cambios en la salida de la autopista, entre otras — todavía no ha comenzado. Mientras esto ocurre, la ciudad vuelve a sufrir episodios de colapso circulatorio: los cortes en el ramal entre San Cristóbal y Alfonso Molina han provocado atascos notables, llegando a extenderse a zonas como Palavea, Pocomaco, Matogrande…
| Avenida Alfonso Molina |
El proyecto fue anunciado en su día como “clave” para la movilidad: se había presupuestado una inversión de entre 18 y 23,9 millones de euros (según versiones), incluyendo nuevas vías de servicio, reordenación del enlace con la autopista, pasarelas peatonales, integración ambiental y medidas de seguridad vial. En teoría, la conclusión de las obras se había fijado para el segundo semestre de 2026. Pero visto el ritmo, muchos koruñeses ya dudan de que se cumpla ese cronograma realista.
un clásico ejemplo del “plan-eterno”: obra anunciada, expectativas altas, inversión prevista… y ejecución paralizada, mientras la ciudad sigue sufriendo los embudos de siempre.
El Hospital Universitario de Koruña (CHUAC): ¿el nuevo polo sanitario o un plan lleno de parches?
En 2025, el proyecto de construcción del nuevo CHUAC, que incluiría urbanización del suelo, accesos, nuevo edificio hospitalario en As Xubias y reubicación de viviendas afectadas, fue declarado “Proyecto de interés autonómico”. Esa resolución servía para agilizar la tramitación. Inversión prevista: más de 500 millones de euros.
Imagen del Nuevo Chuac.
De entre las actuaciones, se incluyeron nuevas “vías de acceso” al complejo — vías que resultan esenciales para garantizar la movilidad adecuada de un hospital de referencia. No obstante, las últimas noticias indican que las obras han sufrido nuevos retrasos: la demolición del antiguo “hotel de pacientes” está al 60 % y se espera rematarla este mismo año, para permitir avanzar con los accesos. Pero la fase de urbanización, accesos y el edificio nuevo ya no garantizan estar listos para 2027, como se preveía.
Según la Xunta, el proyecto es “la mayor inversión sanitaria jamás realizada” en la provincia, pero los altibajos administrativos, las demoras y los imprevistos hacen que muchos ciudadanos duden hoy de los plazos. A pesar de su dimensión y de su urgencia, el “nuevo CHUAC” parece condenado a ser un proyecto interminable, con fechas que se mueven — y con la paciencia de los koruñeses — que se agota.
Koruña Marítima y la transformación de la fachada marítima: un plan de ilusiones — a 2026, con suerte
En 2025 las administraciones implicadas (Ayuntamiento, Xunta, Autoridad Portuaria, ADIF, Estado…) aprobaron un convenio para avanzar en la reordenación urbanística del puerto interior: el proyecto Koruña Marítima. El plan contempla liberar y transformar muelles interiores, crear espacios abiertos para la ciudadanía, regenrar el borde marítimo, abrir el puerto a la ciudad.
Lo relevante: está previsto que en primavera de 2026 se lance un concurso internacional para redactar un “Máster Plan”, cuyo diseño ganador será el que siente las bases definitivas de la reforma de la fachada marítima.
14 UTEs compiten por diseñar el plan maestro, y se habla de maqueta en 2026, plan aprobado en 2027.
Es decir: estamos en la fase de proyecto. Aun no hay obras, no hay plazos concretos de ejecución — salvo previsiones de 12 a 15 meses para el plan conceptual —, pero sí confianza institucional.
| La fachada marítima espera una gran reforma. |
Koruña Marítima es quizá el proyecto más ambicioso para modernizar la ciudad, pero como tantos otros, sigue atado a burocracias, a procesos de licitación y a expectativas que podrían frustrarse. El sueño de un frente marítimo abierto y vivo sigue vivo… por ahora en planos.
Mientras tanto, pequeñas intervenciones — si es que arrancan — se convierten en “remiendos”: paseos aislados, tramos sueltos, planes inconexos. Ni rastro de una visión urbana global, coherente y a largo plazo.
El estancamiento de la Planta de tratamientos de residuos de Bens
La planta de Bens, que gestiona los residuos de Koruña y su área metropolitana (Consorcio das Mariñas), presenta fallas en tres áreas críticas:
1. Ineficacia operativa y costos
Tecnología Obsoleta: La planta ha sido criticada durante años por su tecnología de clasificación y tratamiento de residuos, que se considera obsoleta. Esto se traduce en tasas de recuperación y reciclaje muy bajas, situando a la planta por debajo de los estándares y objetivos europeos.
Altos Costos: El mantenimiento y la gestión de la planta han resultado en altos costes de tratamiento para los municipios asociados, lo que se traslada directamente a las tasas que pagan los ciudadanos, sin ofrecer a cambio un servicio de vanguardia en sostenibilidad.
2. Contaminación y problema social
El Problema Crónico del Olor: Es quizás el aspecto más conocido y que afecta directamente a la calidad de vida de los vecinos de Bens y de zonas aledañas. La planta ha arrastrado durante años un grave problema de emisión de olores debido a fallos en el proceso de fermentación y al tratamiento de lixiviados, lo que ha generado protestas sociales continuas.
3. Parálisis institucional y falta de visión
Proyectos de Modernización Estancados: A pesar de ser reconocida la necesidad de modernizar y ampliar las instalaciones para adaptarlas a las normativas de reciclaje (especialmente en la fracción orgánica), los proyectos han avanzado con enorme lentitud y controversia.
Desacuerdos Consorciados: La gestión de la planta implica a varios municipios, y los desacuerdos constantes sobre la tecnología a implementar, la financiación de las obras y las tarifas a aplicar han paralizado la toma de decisiones definitivas.
El caso de Bens es una muestra más de cómo Koruña y su área metropolitana no logran resolver problemas complejos y vitales (como la gestión de residuos) de manera coordinada y eficaz, condenando a una infraestructura clave a la obsolescencia y a la controversia social.
| Planta de Tratamientos de Residuos de Bens. |
La conexión por la ría (As Xubias – Culleredo / O Burgo): algunos pasos, pero lejos del ideal
Recientemente han comenzado obras en O Graxal (Culleredo / ría do Burgo) para mejorar la senda litoral y unir tramos del paseo: 500 metros nuevos que formarán parte de una senda más larga que conecte zonas de Oleiros, Cambre y Santa Cristina.
| Plano de la conexión de Koruña por As Xubias con O Burgo y el resto de paseos marítimos de la Ría do Burgo. Foto de La Voz de Galicia. |
Esa actuación se enmarca dentro de lo que podría ser una red metropolitana de paseos marítimos, pero no incluye — de momento — un tramo claro que conecte con As Xubias o con una red litoral continua dentro de Koruña.
En la zona koruñesa, junto a la antigua conservera Celta (A Pasaxe), se ha iniciado un paseo de 470 metros. Pero este tramo se describe en los medios como un “callejón sin salida hacia As Xubias”: es decir, un bonito paseo… sin continuidad real hacia la ciudad.
La idea del paseo litoral sigue viva en papeles y pequeñas actuaciones, pero la red completa prometida — que uniría barrios, ría, costa y ciudad — continúa fragmentada, con tramos útiles pero sin un plan global que enlace todo de forma coherente.
Patrimonio, turismo y acceso a la Torre de Hércules
En 2025 la Xunta anunció que licitará las obras de mejora en el entorno de la Torre de Hércules, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). El presupuesto para estas mejoras ronda el millón de euros.
El proyecto prevé mejorar el perímetro, la accesibilidad, reparar las áreas arqueológicas del entorno y renovar el alumbrado con criterios de eficiencia energética.
Eso sí: a día de hoy, lo que se hace es rehabilitación y conservación del entorno; no hay un “centro de interpretación / visitantes” a la altura del monumento ni un gran plan turístico complementario anunciado públicamente — al menos nada que hayan dado por cerrado.
La Torre seguirá recibiendo “cuidados”, pero no hay señales firmes de que el entorno vaya a transformarse en un hub cultural/turístico con las expectativas que muchos koruñeses sueñan. El patrimonio se protege… pero sin un plan ambicioso de dinamización.
Cerca del faro milenario se encuentra en total estado de abandono la Cárcel Provincial.
Riazor 2030: entre promesas, cifras mareantes y creciente incertidumbre
El proyecto: ambicioso — en el papel
El plan oficial para adaptar Riazor apunta a un estadio con aforo de 48.015 espectadores, a base de añadir un tercer anillo de gradas en todas las secciones, bajar el nivel del terreno de juego, demoler y reconstruir Preferencia y crear un acceso directo — con aparcamiento subterráneo — desde el exterior.
| El futuro Riazor. |
En su día se estimó el coste en 62,5 millones de euros; con las revisiones, hoy la obra se valora en unos 90 millones de euros. Se prevé también habilitar zonas VIP, palcos, mejoras en infraestructura y en los accesos, con la idea de convertir a Riazor en un estadio moderno, funcional y capaz de acoger no solo partidos del Mundial, sino otros eventos de alto nivel.
Riazor forma parte oficialmente de la lista de sedes que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) presentó ante la FIFA para el torneo de 2030.
Pero el calendario se atasca — y las certezas se disipan
Pese a la ambición y previsión, la reforma aún no ha arrancado. Según declaraciones recientes del concejal del Concello responsable, la idea — al menos públicamente — es comenzar las obras a mediados de 2026.
La financiación está lejos de cerrarse. El Ayuntamiento negocia con una empresa privada que debería asumir alrededor del 30 % de la inversión, aunque los detalles siguen sin confirmarse: identidad del inversor, condiciones, garantías, plazos... todo sigue en el aire.
Pese a la urgencia, los dirigentes municipales admiten que hay “otras sedes más avanzadas” que Riazor, lo que coloca a A Coruña en una posición de desventaja si no hay una movilización fuerte.
El Temor real: sin avances concretos, el proyecto podría perder credibilidad, lo que — paradójicamente — pondría en riesgo la propia candidatura mundialista. Además, desde lal dirección de R.C. Deportivo hay una total oposición a que se realice una remodelación del estadio.
Consecuencias prácticas: ¿qué significa para la ciudad?
Para que Riazor cumpla los requisitos FIFA, el estadio no solo necesita obra: necesita plazos rigurosos, financiación clara, coordinación institucional — en un contexto en el que muchas otras infraestructuras de la ciudad ya acumulan retrasos.
Si la reforma no arranca en breve o queda incompleta, la imagen de la ciudad ante UEFA/FIFA se verá afectada — y con ella, toda la candidatura de Koruña ña al Mundial.
Además, hay inquietud en el entorno local: si la expansión y adecuación del estadio depende de financiación privada con una explotación “multiusos” (conciertos, eventos, etc.), muchos ciudadanos temen que Riazor deje de ser “deportivo” para convertirse en “espectáculo comercial”, tanto en gestión como en acceso. En este sentido, desde el club se interfiere la posibildidad de que aparezca un socio privado que ponga las manos sobre el estadio, alejándose la posiblidad por la que viene luchando la directiva desde hace años, una cesión de la explotación de Riazor al R.C. Deportivo.
En resumen: Riazor 2030 — un proyecto vital, sí… pero con la soga al cuello
Integrar a Riazor en el Mundial de 2030 sería una inyección de ilusión, oportunidades y visibilidad para Koruña. Pero esa inyección empieza a parecer más una cartilla con muchos ceros y poco respaldo real.
La encrucijada es clara:
O el proyecto despega ya, con financiación clara, calendario y respaldo institucional;
O Riazor corre el riesgo de entrar en la galería de “promesas eternas” que encallan — y con él, la ciudad arriesga una de sus mejores bazas para el futuro.
Para una ciudad que ya arrastra demoras en hospital, infraestructuras, urbanismo y patrimonio, que Riazor sea una promesa más incumplida no es un asunto menor: sería un síntoma más de una gestión que vende proyectos, no realidades.
Alvedro y la ausencia de estrategia aeroportuaria
Aunque no haya un dato puntual reciente que señale una “inversión fallida” en Alvedro, la falta de señales públicas de recuperación o expansión es una clara pista: el aeropuerto de Koruña parece condenado al estancamiento.
Mientras otras regiones invierten en conectividad, rutas y modernización, en Koruña no hay anuncios, proyectos visibles, ni planes a medio plazo — algo grave para la movilidad, el turismo y la competitividad.
Este patrón de abandono coincide con otros retrocesos urbanos, lo que refuerza la percepción de una ciudad sin proyecto global.
La Parálisis de la Innovación: De la IA a las TIC
El fracaso más flagrante se da en la esfera de la tecnología y la innovación, donde Koruña debería liderar.
El caso de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AEISA) es un escándalo de gestión. A dos años de su adjudicación, y tras incumplir el plazo de inicio previsto, se anuncia que la sede requiere ahora una reforma integral que aplaza su operatividad por tres años más. La AEISA, llamada a ser la bandera tecnológica de Galicia, es hoy el epitafio del estancamiento burocrático.
| De AEISA solo se ha avanzado en el edificio va a ser la sede. |
A esto se une la parálisis de la Ciudad de las TIC, cuya sociedad de gestión sigue sin constituirse formalmente, impidiendo el avance real de un polo tecnológico crucial para el futuro del empleo.
La antigua cárcel provincial: la herida abierta que Koruña no merece
Hay edificios que cuentan una historia. Otros, en cambio, cuentan un fracaso. La antigua cárcel provincial de A Coruña —la famosa “cárcel de la Torre”— lleva más de dos décadas dedicada exclusivamente a esto último: evidenciar la incapacidad de las administraciones para cuidar lo que es de todos.
Porque lo que hoy tenemos es una ruina monumental —literal y metafórica— situada a pocos metros de nuestro emblema universal, la Torre de Hércules. Una imagen perfecta del contraste entre aquello que fuimos capaces de conservar durante dos mil años y lo que fuimos capaces de estropear en apenas veinte.
| Cárcel provincial |
15 años de abandono (oficial) y una eternidad de promesas
El edificio lleva 15 años completamente inactivo, sin uso y sin proyecto, y cerca de 20 desde su cierre definitivo. Por él han pasado vigilantes, okupas, incendios, temporales de lluvia, informes técnicos, debates estériles y un desfile de promesas políticas que nunca llegaron a nada.
Lo que sí ha entrado, y en abundancia, es humedad, vegetación, grafitis, deterioro estructural y un silencio administrativo impecablemente conservado.
El convenio que nunca se cumplió
En 2005 se firmó un acuerdo para que el Ayuntamiento adquiriese el edificio por 1,12 millones de euros y una parcela a cambio. Nunca se pagó. Nunca se ejecutó.
Resultado: el convenio cayó y el edificio sigue como está: propiedad del Estado, gestionado por SIEPSE, que repite que “no puede ceder nada gratis”.
El Ayuntamiento dice que el convenio es nulo y que la ciudad no debe pagar por un edificio que se cae. El Estado dice que gratis no puede ser. Y mientras tanto… ruina.
Entre okupas, incendios y vigilancia: el día a día de un monumento olvidado
Durante años, la cárcel fue ocupada, vandalizada y escenario de varios incendios menores.
En 2023 se desalojó a quienes vivían dentro y se implantó vigilancia 24 horas.
Y ahí quedó: vigilada, tapiada y sin horizonte.
Los informes técnicos calculan que rehabilitar el conjunto costaría más de 30 millones de euros, solo para evitar que desaparezca un edificio de 1927 con valor histórico y patrimonial, clave también en la memoria de las víctimas de la represión franquista.
Un clamor por la memoria histórica… que tampoco avanza
La Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica pide que el lugar sea declarado Lugar de Memoria Democrática.
Eso obligaría legalmente a rehabilitarlo y conservarlo.
También ICOMOS, organismo asesor de la UNESCO, lleva años urgendo su recuperación.
Y aquí seguimos: urgencias por un lado, respuestas tibias por el otro, y un inmueble que continúa disolviéndose bajo la lluvia.
El pleno municipal mueve ficha… lentamente
En junio de 2025, el Ayuntamiento aprobó iniciar un expediente sancionador contra el Estado por el abandono del edificio. Un gesto político importante, sí, pero que —como siempre— abre una nueva batalla legal, no una solución real.
A día de hoy todo sigue igual: sin titularidad clara, sin proyecto, sin futuro, sin rehabilitación y sin señales de movimiento. Una ciudad entera mirando hacia otro lado porque nadie quiere asumir ni la factura ni la responsabilidad.
La Koruña que queremos vs. la Koruña que se nos está quedando
La antigua cárcel provincial es mucho más que un edificio ruinoso:
Es una oportunidad cultural perdida.
Es un espacio de memoria a la deriva.
Es una vergüenza patrimonial al lado de la Torre de Hércules.
Es un síntoma del mal gobernar: lentitud, abandono, falta de prioridades.
Y, sobre todo, es un ejemplo perfecto de lo que le está pasando a esta ciudad: ideas que no se ejecutan, proyectos que no avanzan, patrimonio que se deshace y administraciones que se pasan la pelota.
Una ciudad que ama su pasado no puede abandonarlo así
La cárcel de la Torre debería ser un centro cultural, un espacio de memoria, un museo, un punto de encuentro, un referente.
Y, en cambio, es lo que es: un cadáver arquitectónico que se cae a pedazos entre polémicas jurídicas, excusas administrativas y promesas recicladas.
Si Koruña aspira a algo más que una postal bonita, tendrá que empezar por aquí: por no dejar morir lo que cuenta quiénes fuimos y quiénes somos.
El abandono de la Finca de Los Mariño, el Millenium y la cubierta de la Domus (en el Paseo Marítimo)
En pleno paseo marítimo existen varias zonas donde el abandono es visible, Una de ellas es la Finca de Los Mariño. La parcela de unos 3.000 m² del paseo marítimo conocida como Finca dos Mariño acumula basuras, escombros y mobiliario en mal estado, sobre todo en una zona con una pequeña cúpula. El entorno aparece lleno de residuos, grafitis y desorden.
Ese enclave ha sido usado durante años como refugio por personas sin hogar: la cúpula les sirve de techo improvisado. A pesar de las limpiezas y los intentos esporádicos de desalojo, la basura y los “asentamientos temporales” reaparecen con frecuencia. En julio de 2024, las autoridades —junto con la Demarcación de Costas— cerraron los accesos a los bajos del paseo marítimo colindantes con la finca, por problemas de seguridad y por el uso reiterado del espacio como refugio de personas en exclusión social.
Aun así, parte del problema persiste: el asentamiento se desplazó a la cúpula de la finca, donde siguen residiendo personas vulnerables, y el Ayuntamiento admite que, aunque se ofrecen albergues, muchos se resisten a abandonarla.
| Abandono evidente de La Finca dos Mariño. |
En pocas palabras: Finca dos Mariño —una parcela pública, en primera línea de mar, diseño pensado como mirador— se ha convertido en un símbolo del abandono: basura por doquier, ocupaciones, sin una solución estable ni un uso digno.
Deterioro de la Domus (Casa del Hombre)
La Domus es el museo interactivo dedicado al ser humano, inaugurado en 1995. Fue proyectado por los arquitectos Arata Isozaki y César Portela. Su fachada característica, orientada al mar, tiene forma curva —como una vela hinchada— y está revestida con unas 6.600 piezas de pizarra gallega sujetas sobre paneles estructurales, con fijaciones metálicas.
Ese diseño la convierte en un icono arquitectónico , un edificio singular, parte del patrimonio moderno de la ciudad.
Problemas detectados: deterioro de la fachada
Con los años, la exposición al clima atlántico (viento, sal, lluvia) ha pasado factura: se detectaron “desconchados” en varios puntos de la fachada, es decir, piezas de pizarra que se estaban despegando o soltando.
En octubre de 2022 ya hubo que cubrir la fachada con una gran red protectora azul, con el fin de evitar riesgos para peatones por posibles caídas de piezas.
La preocupación no se limita a una estética deteriorada: el problema estructural implica riesgos de seguridad, corrosión de los anclajes metálicos que sujetan la pizarra, y envejecimiento de elementos clave de su cerramiento.
Qué se está haciendo: trámites y proyectos de rehabilitación
Desde finales de 2022 y durante 2023–2025, las autoridades municipales pusieron en marcha medidas para abordar el problema:
El Ayuntamiento aprobó pruebas técnicas para definir la solución adecuada: ensayos para sustituir los anclajes deteriorados, valorar cómo trabajar la ventilación de la fachada y garantizar la fijación de las losas de pizarra.
Hay un proyecto de rehabilitación en marcha: no solo de la fachada principal, sino también de la fachada trasera, salidas de emergencia y accesos del edificio.
La intención declarada es retirar la lona protectora cuanto antes, para devolver al museo su forma original —una vela de piedra sobre el mar— garantizando seguridad y conservación.
Qué sigue sin resolverse — incertidumbres y riesgos
A pesar de los anuncios, no hay fecha pública concreta que asegure cuándo estará terminada la rehabilitación completa y cuándo se quitará la red de protección. Se habla de “pruebas técnicas” y “proyectos” en curso.
Las piezas de pizarra y su sistema de fijación siguen expuestos al desgaste: la corrosión, la sal del mar y el viento son factores agresivos, lo que significa que, sin mantenimiento continuado, la fachada podría volver a deteriorarse en pocos años.
Existe el riesgo de que, pasando el problema a segundo plano (ya no hay titulares, el foco mediático se desvía), la rehabilitación quede incompleta, o se realicen “parches” superficiales en lugar de una intervención profunda y duradera.
Interpretación: la Domus como termómetro del cuidado patrimonial en Koruña
La situación de la Domus revela varias cosas sobre cómo se gestiona el patrimonio público en A Coruña:
Hay conciencia de problemas estructurales y voluntad de intervenir —algo destacable en un contexto general de inmuebles abandonados y promesas incumplidas. Pero la lentitud, la falta de plazos claros y la exposición constante a elementos agresivos hacen de la conservación patrimonial un reto difícil.
La fachada de la Domus no es sólo una cuestión estética: es un símbolo de la ciudad, enlace entre arquitectura, mar, cultura y memoria urbana. Que esté degradada y envuelta en una lona resulta una imagen de emergencia, no de orgullo.
Museos científicos que un día fueron noticia
Los Museos Científicos Coruñeses (MC2) (Casa de las Ciencias, Domus y Aquarium Finisterrae) fueron en su momento una referencia a nivel nacional e incluso internacional, un motivo de orgullo que impulsó el turismo y la educación científica.
El problema que señalas se debe a una parálisis crónica en los proyectos de renovación y actualización, lo que se ha traducido en una alarmante obsolescencia.
El estancamiento de la excelencia científica
El declive de los MC2 es un claro ejemplo de la falta de visión a largo plazo y de la incapacidad de mantener la excelencia que un día se logró:
Obsolescencia Programada (por Negligencia): Museos como la Domus y la Casa de las Ciencias se basan en la interactividad. Sin una inversión continua y periódica para actualizar las maquetas, paneles y tecnología, las exposiciones envejecen rápidamente, perdiendo su atractivo didáctico y moderno.
Pérdida de Liderazgo: lo más grave es la pérdida de su estatus de vanguardia. Mientras otras ciudades invierten en nuevos formatos museísticos y tecnología de punta, los MC2 se han quedado rezagados, lo que devalúa la imagen intelectual y educativa de la ciudad. Da pena ver los mismos elementos didácticos que han quedado antiguados y que no aportan nada diferente e innovador, atractivo, que vuelva a situar a estos museos en el foco de la divulgación científica nacional.
Reflejo institucional: esta parálisis cultural y educativa se alinea con la incapacidad para impulsar la AEISA (Agencia de IA) y la pérdida de la Facultad de Medicina. Demuestra una desconexión general de la administración con los activos estratégicos relacionados con la ciencia, la educación y la innovación.
Al igual que la negligencia en la Cárcel o el entorno de la Torre de Hércules, la falta de inversión en los Museos Científicos es una muestra de que el estancamiento de la urbe no es solo económico, sino también cultural y de ambición intelectual.
Los bajos del Millennium: ruina y decadencia desde hace más de dos décadas
Tambien en el paseo marítimo, los bajos del Millennium llevaban al menos veinte años completamente abandonados. Un bajo de 280 m² que debía albergar un restaurante, sala de exposiciones y cafetería jamás llegó a ponerse en marcha. En lugar de un espacio cultural o de ocio, lo que encuentran quienes acceden hoy son escombros, botellas, restos de hogueras, basura, colchones, huellas de okupaciones, ratas y un fuerte olor a orina. El cristal del ventanal original fue derribado por el mar, las placas provisionales han desaparecido en varias ocasiones con cada temporal que los arracanba. En la actualidad se ha optado por cerrar e espacio con un enrejado que ofrezca poca resistencia al oleaje y resista sus embestidas cuando golpea en las tempestades.
| Los bajos del Millenium. |
Con el paso del tiempo, los bajos dejaron de ser siquiera refugio habitual: su deterioro es tal que incluso sirven como cloaca urbana, quizá visitados por indigentes en lo que queda de sus ventanales destruidos. Lo que en su momento se anunció como un “referente” de cultura y turismo, hoy es un símbolo de ruina, abandono y fracaso urbanístico.
El incierto futuro de las naves del Metrosidero
Las naves del Metrosidero fueron rehabilitadas y abiertas oficialmente en marzo de 2023 como equipamiento municipal para jóvenes de entre 12 y 30 años. El complejo cuenta con tres naves interiores pensadas como espacio de ocio, práctica de deportes urbanos (skate, escalada, etc.), actividades culturales y un servicio de información juvenil.
| Interior de las Naves del Metrosidero. Foto de El Español. |
Para acondicionarlas, el Ayuntamiento aprobó una inversión de 600.000 euros en 2022, destinada a los trabajos pendientes de urbanización, accesos, interiores y adecuación del centro.
Según declaraciones municipales, el objetivo era convertir el Metrosidero en un referente para la juventud de la ciudad, como espacio de ocio, cultura urbana y deportes alternativos.
Qué queda en el aire — lo que preocupa
Aunque se inauguró, no hay datos públicos recientes sobre su actividad real, uso continuado, mantenimiento o limpieza. En una ciudad con tantos edificios abandonados y okupaciones, cualquier espacio social corre riesgo si no se vigila.
La rehabilitación parece haberse centrado en acondicionar naves y espacios físicos, pero no hay información pública sobre programación estable, partidas presupuestarias consolidadas o un plan de mantenimiento a largo plazo. Esto plantea dudas sobre la sostenibilidad del proyecto.
En un contexto donde la administración municipal ha mostrado retrasos en otras obras, el Metrosidero podría acabar siendo otro ejemplo de “buenas intenciones, pobre ejecución sostenible”.
Conclusión provisional sobre el Metrosidero: el proyecto existe, arrancó, hubo inversión y rehabilitación, pero con la habitual incertidumbre que caracteriza muchas otras obras: falta de transparencia en su evolución, riesgo de abandono futuro si no hay seguimiento, y dudas sobre su uso real y sostenido. Es un caso que conviene rastrear, pero también contiene al menos una buena noticia en medio del panorama general.
Aumenta la criminalidad, especialmente los asaltos a la propiedad privada.
Cambios recientes en la criminalidad general
En 2025, según los datos del balance de criminalidad del Ministerio del Interior, la criminalidad general en A Coruña bajó un 1,9 % en relación al año anterior.
Sin embargo, dentro de ese descenso general conviven incrementos graves: las agresiones, riñas tumultuarias y los delitos graves subieron un 37,1 %. También aumentaron los robos con fuerza en domicilios (+19 %) y otros tipos de robos en viviendas o locales. Los delitos sexuales denunciados crecieron un 51 % este año.
Por otro lado, la cibercriminalidad y las estafas informáticas siguen una tendencia al alza: en 2024 se detectó un incremento del ~7 % respecto a 2023.
- Delitos contra la propiedad y robos
En el primer semestre de 2024 se registró un fuerte aumento global de delitos en la ciudad (un 8,1 % respecto a 2023), donde los robos con violencia e intimidación crecieron un 25,6 %.
Las sustracciones de vehículos se dispararon un 80 % en ese periodo.
Los hurtos siguen siendo el delito más repetido: en 2024, en algunos tramos se denunciaban a diario decenas de casos.
- Tráfico de drogas y narcoactividad
Informes recientes señalan un crecimiento del tráfico de drogas en ciertos periodos: por ejemplo, en la primera mitad de 2023 el número de delitos por drogas casi se doblaba respecto al promedio de años previos.
A la vez, en 2025 se desmanteló un “punto negro” de distribución de cocaína en el barrio de la Sagrada Familia. 650 g de droga incautada, un detenido.
En septiembre de 2025 se cerró otra operación contra una red de narcotráfico en el área metropolitana — con detenciones e incautaciones importantes.
- Sensación de inseguridad y falta de recursos policiales
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció en 2025 que la dotación de personal en A Coruña no se actualiza desde los años 90, advirtiendo de un aumento de violencia, robos y tráfico en un contexto de escasez de medios. Esto afecta especialmente a barrios vulnerables, viviendas abandonadas o zonas degradadas, donde la mezcla de okupaciones, pobreza, droga y deterioro se vuelve más visible.
Sobre okupación, abandono y espacios degradados
Aunque las estadísticas oficiales recogen delitos “concretos”, muchos problemas que vive la ciudad no siempre quedan reflejados en los datos: okupaciones, viviendas abandonadas, ruinas, espacios degradados, personas sin hogar, insalubridad, inseguridad, basura, infravivienda… hay múltiples denuncias ciudadanas y algunas noticias puntuales que señalan estos problemas como persistentes:
Algunos barrios afrontan “asentamientos marginales” en viviendas vacías o naves abandonadas. Eso no siempre se traduce en robos u ocupaciones denunciadas, pero sí en sensación de degradación.
El aumento reciente de delitos graves, robos con violencia, tráfico de drogas y sustracciones apunta a una “crispación social” — más desigualdad, pobreza, precariedad, que muchas veces se expresa en violencia urbana, drogadicción o marginalidad.Las fuerzas de seguridad advierten públicamente de la falta de medios para afrontar ese aumento de los delitos, lo que agrava la percepción de inseguridad.
Lo que revelan estos datos: un patrón estructural preocupante
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Promesas reiteradas + plazos incumplidos: muchos proyectos arrancan con titulares políticos, pero el calendario real se dilata año tras año.
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Falta de concreción técnica o institucional: licitaciones, fases previas, redacciones, concursos… pero pocas obras reales.
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Falta de presión institucional visible: decisiones estratégicas (como la facultad de Medicina) se pierden sin una movilización clara desde el gobierno local.
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Prioridades desplazadas: obras menores, cosméticas, sobre proyectos de fondo que condicionan el futuro de la ciudad.
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Ciudadanos como espera permanente: quienes viven, trabajan o dependen de esos servicios ven cómo sus expectativas se difuminan sin responsabilidad pública exigible.
Conclusión reforzada: los datos confirman la parálisis institucional
No son opiniones, son hechos verificados. Las cifras oficiales, los plazos públicos, las declaraciones de autoridades: todo apunta en la misma dirección.
Koruña —con su historia, su mar, su gente— tiene potencial. Las ideas existen. Pero sin un liderazgo decidido, con gestión seriamente planificada y con capacidad de exigir responsabilidades, esa ciudad de posibilidades se queda atrapada en un bucle de promesas vacías.
Más allá del relato crítico: este diagnóstico pide medidas. Pedirlas no es pesimismo: es responsabilidad ciudadana.
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