Los nuevos planes de la compañía asentada en Arteixo prosiguen con su desmantelamiento logístico de infraestructuras asentadas en suelo galaico. Después de deslocalizar la producción de sus productos desperdigándola por países tercermundistas, ahora comienza a mandar el resto (la materia gris) hacia regiones de mayor peso y situación geográfica (Cataluña y Zaragoza).
En Cataluña ya se encuentran las sedes operativas de Oysho, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, y ahora Uterqüe.
Koruña sigue con su lento declive hacia el cero absoluto en la ola de la globalización. Partiamos bien situados, con una industria incipiente pero en las últimas décadas, la sangría ha sido y lo sigue siendo de escándalo. A esto hay que sumar la emigración cada vez mayor hacia las grandes urbes.
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