Un ciervo visita la ciudad de noche

Koruña rodeada de bosques, embalses,ríos, rías, playas y acantilados tiene la suerte de que el ambiente circundante todavía palpita vida, biodiversidad y naturaleza salvaje. Así que ver animales que no son habituale en una ciudad suele ser hasta normal. Zorros, delfines, jabalíes, tejones, comadrejas, erizos, garzas (entre la gran variedad de aves que pasan por la ciudad), tiburones, focas y hasta seres de extraña procedencia como un chupacabras.

El último de estos animales salvajes que se ha adentrado en el ecosistema urbano ha sido un ciervo que en la madrugada del 19 de octubre paseó por las calles de Koruña hasta que varios agentes de la policia nacional y local lo lograron cercar a la altura del Carrefour de Alfonso Molina. Esta persecución de película, duró unas 4 horas,  afortunadamente no acabó a tiros. El animal fue escoltado  por varios coches de policía que le fueron marcando el paso hasta Feáns, lugar del que parecía proceder donde ahora debe estar pastando sin desorientarse con las luces o el asfalto.

Quién sabe las causas que motivaron al venado a salir de su territorio para adentrarse en la ciudad paseando ante el asombro de los conductores por los barrios de A Gaiteira y Os Castros para volver galopando por la Avenida Alfonso Molina. Unos dicen que la posible causa pudo estar huyendo de unos cazadores y otros lo achacan al exceso de hormonas del cérvido por la época de celo en la que se debe encontrar.

 

Ciervo cuando se encontraba a media noche 

en la rotonda de la Ronda de Outeiro

El gamo descansando en el Pazo de Vilaboa

Misterio resuelto

El veterinario de la Xunta abrazado por el dueño del gamo

Días más tarde de este avistamiento, se volvió a ver al cérvido en Culleredo, exactamente en el Pazo de Vilaboa donde se había colado para plácidamente pacer, antes lo habían visto por la nacional N-550 y parado delante de la sucursal de correos. Más tarde tras el oportuno aviso a la Policia Local, un veterinario de la Xunta se encargó de dormir al gamodisparándole un dardo tranquilizante. Antes se pudo contactar con el dueño (aquí la noticia no informa cómo se pudo saber que pertenecía a un coto privado, quizás por alguna marca). El dueño era un vecino de la Zapateira que desconocía la marcha del animal que al parecer lleva escapado hace 4 meses. El gamo fue trasladado hasta la finca de la que había salido