El cuestionado Antonio Hidalgo

 Parece pronto para pedir la destitución de un entrenador que hasta hace 3 semanas  era para muchos el indicado para que el Deportivo alcanzara la meta del ascenso, pero los último resultados y las 5 semanas sin ganar y convencer cada vez menos, han hecho que cada día haya más detractrores de Antonio Hidalgo. 

Un equipo perdido

11 son las jornadas transcurridas en la Liga Hypermotion y el Deportivo se desploma cayendo hasta la mitad de la tabla y convirtiéndose en el peor equipo o casi, de la competición durante el mes de octubre. Lo que empezó siendo un ilusionante comienzo, con el club llegando alcanzar el liderato, a estas alturas ya es una anécodota en esta liga que habitualmente ve como los equipos pueden dar bandazos que los encaramen a las posiciones de arriba o los hundan en la cola. 

Antonio Hidalgo con cara de circunstancias. 

Antonio Hidalgo empieza a recordar, lamentablemente, a otros entrenadores que se les hizo grande atravesar una crisis de resultados y empezaron a desvariar con sus decisiones y sobre todo en las ruedas de prensa. Es una prueba de fuego que debe pasar cualquiera que quiera llevar las riendas de este club y que pocos superan porque les puede la presión. 

Una de las voces más críticas que he podido escuchar en esta última semana ha sido el del periodista de Marca, José Iglesias Hernánz, que pedia hace unos días la destitución de Antonio Hidalgo. Expresa sin pelos en la lengua los que muchos ya empiezan a ver. La salida de la zona de Play off ha venido acompañada por unas declaraciones en las que Hidalgo parece culpar a su jugadores con lo de la falta de intensidad, que hace recordar a otro nefasto entrenador para el Dépor, pero con más nombre,  Juan Antonio Anquela y a un bocazas que hacía análisis sin sentido o contrarios a los que muchos pensaban como Óscar Cano. Hernánz ve al equipo a la deriva, con ese aspecto mortecino que todos reconocemos en este club cuando empieza a ir irremediablemente mal. También como señala, muchos estamos cansados de esos entrenadores que viene con ese fútbol mitificado de Guardiola, del que se declaran enfoverizados seguidores, cual si fueran parte de una secta religiosa con esas adaptaciones que suenan igual que si la banda municipal del pueblo de mi padre intentara emular a la Orquesta Sinfónica de Bayreuth en la interpretación final del Ocaso de los Dioses. 

Antonio Hidalgo hace semanas que ha perdido los papeles y con sus ataques de ira incontrolada y desesperación, empieza a disparar como un mono con dos pistolas o un macaco dándole a las teclas de un piano siendo observado por su cuidador para ver si logra tocar tres notas seguidas de la Cucaracha. Pueden ver cómo se vuelve loco haciendo cambios de las alineaciones,  con posiciones que no se corresponden con las que debería ocupar algunos jugadores,  sustituyéndolos sin ton ni son o dando oportunidades a futbolistas que ciertamente no sé que pintan en este club, teniendo a fabrilistas que  no juegan peor. 

Superioridad de los rivales

Otro de esos síntomas negativos reconocible es el de empezar a sentir que todos los equipos son superiores en intensidad y eficiencia. Convertimos al equipo en crisis de turno en todo un superequipo que pasa por encima del Dépor. Al principio de temporada muchos estaban convencidos de que Fernando Soriano había armado una gran formación, incluso con un banquillo capaz de dar seguridad a los titulares en caso de alguna baja. Ahora resulta que la lesión de 4 meses del veterano Ximo Navarro, jugador que está en pleno declive y con lesiones habituales, es crucial para el rendimiento del club. Los grandes pilares de esta defensa como Comas o Noubi no mejoran a los del año pasado y hasta diría que el equipo parece más endeble atrás. En el centro del campo, no hay contundencia para bloquear al rival y la pólvora ofensiva parece que se ha agotado tras los primeros partidos y enseñar las cartas sin ases. Yeremay está muy apagado, no sabemos si por algo personal o por la torpeza de Hidalgo. Soriano se mueve con dificultad en el centro del campo, lejos del área, donde ha demostrado ser donde mejor se puede aprovechar. Luismi después de ilusionar con su técnica y visión de juego, ahora se estampa contra las defensas. Y arriba Mullatieri, del que los entendidos destacan sus movimientos, control de balón e importancia para la coordinación estratégica de los ataques deportivista, no ha metido ni una.

Yeremay no está siendo el revulsivo del Dépor cómo se esperaba. 

Fernando Soriano está contento con Hidalgo

El cerebro del proyecto deportivo 25-26, en unas recientes entrevita publicada en Riazor.org, declaraba que confía en Hidalgo, un entrenador meticuloso, exigente y trabajador, el líder que necesitaba este club, la gran apuesta del director deportivo, que confía en una persona que ha venido creciendo como el Dépor, desde la humildad. Valora el trabajo táctico, anímico, físico que está haciendo Hidalgo. Confía en que encuentre la solución para volver a situar al club en las posiciones de ascenso.

Aunque declara estar muy contento con el entrenador, luego admite que el partido contra el Valladolid ha sido uno de los peores que ha visto en Riazor en los últimos años. Señala que el problema no es que haya una mala defensa o falle la delantera, para Soriano se debe ver al conjunto para entender por qué está fallando en su acciones defensivas y ofensivas. 

Soriano buscará en el mercado de invierno la pieza que complete al equipo por la baja de Ximo y en la cantera, donde según su opinión, hay muchos buenos fabrilistas que están pisando fuerte y que tendrán seguramente su oportunidad de jugar en el primer equipo, tal y como se espera de Abegondo y de la planificación del club, nutriéndose de esa factoría de deportivistas para completar la cadena de producción. Los resultados tendremos que verlos. 

Teniendo en cuenta los nefastos resultados de los responsables de la dirección deportiva durante casi todas las temporadas que llevan  (con excepción del obligado ascenso de 1ª RFEF) , no tranquilizan para nada las declaraciones de Soriano, el que este verano hizo borrón y cuenta nueva con el proyecto 24-25. La falta de contnuidad de este club con destituciones de entrenadores  y jugadores durante lustros, no permite que se consolide ningún grupo y mejore su rendimiento con el tiempo, si bien es cierto que se ha hecho un esfuerzo por mantener a dos grandes deportivistas como Yeremay y Mella, representantes de esa cantera de la que se quiere explotarla como nunca antes se ha hecho en este club. 

Por otro lado, al igual que hicieron con los otros entrenadores, no hay duda de que si los resultados continúan siendo malos, a pesar del optimismo con el que analiza la situacion actual Soriano, veremos a Hidalgo salir como el resto, por la puerta de atrás, abandonando las instalaciones deportivistas de mala manera, impropias de un club que cuide todos los detalles, inncluso el del trato humano a sus trabajadores.